A medida que aumentan los usuarios de Internet y de algunas de sus herramientas como las redes sociales, el uso de estas cobra más y más importancia en ámbitos que trascienden lo real e impregnan lo virtual. Uno de estos ejemplos son los esfuerzos que realizan algunas personas para tener una imagen en la Red diferente a lo que en realidad son.
Hace poco, estaba leyendo las noticias y encontré una sobre un joven que tiene varios perfiles en Internet: uno para averiguar sobre la vida de otros, el segundo para cuestiones más ‘calientes’ y el tercero en el que es su ‘yo real’. Es decir que Pablo, el nombre ficticio del protagonista de este artículo, usa a las redes sociales para disociar su personalidad y manifestar de otras maneras facetas que no suele mostrar a sus amigos y familiares en su vida cotidiana.
Por otra parte, también leí sobre una empresa llamada Cloud girlfriend, que se encarga de prestar servicios de construcción de novios o novias virtuales, gestionar perfiles al antojo del cliente y generar interacciones a través de diferentes redes sociales para ‘materializar’ la relación y hacerla creíble ante los ojos de otros internautas.
Ambos casos ponen en evidencia que si bien las redes sociales son herramientas útiles para socializar, también se prestan para que otros vivan la vida que desean secretamente, como en el caso de Pablo. Por otra parte, la idea de crear una relación virtual refleja a personas probablemente solitarias que quieren mostrarse acompañadas ante sus conocidos, quizás porque les cuesta aceptar las circunstancias afectivas que atraviesan. En los ejemplos mencionados las redes sociales actúan como catalizadores de frustraciones, metas no realizadas y deseos reprimidos. Ellos no son los únicos que lo practican y estoy segura que modalidades de este estilo existen por montones.
La reflexión aquí planteada no apunta a que si el Facebook es malo o bueno, que si Twitter envicia mucho o que si cualquier otra red social se presta para el engaño y la mentira. Sería interesante analizar la forma en que está constituyéndose nuestra sociedad, si la censura podría estar llevando a que muchos utilicen este medio para expresarse libremente, si se están creando presiones innecesarias que atormentan a algunos y si se está formando a los usuarios en cuál es el uso apropiado de estas herramientas.
Hace cierto tiempo me encontraba en una capacitación y el profesor comentó que las redes sociales permitieron que la realidad se juntara con lo virtual, ya que muchos para ingresar utilizan su nombre real, fotos reales e intentan mostrarse como son. Sin embargo, creo que esta premisa está mandada a recoger ya que a diario se crean perfiles falsos, cuentas sin autor y todo tipo de fachadas que con diferentes propósitos engañan los ojos más ingenuos.
Está claro que no todos ingresan a una red social con el ánimo de decir toda la verdad sobre su vida así que bajo este principio, es mejor movilizarse y saber que no todos tienen el mismo objetivo a la hora de crear un perfil.
Angela Bohórquez
Directora de contenidos del Portal Web
Corporación Colombia Digital
angelabohorquez@colombiadigital.net
1 comentario
Es verdad todo lo que dice en el articulo, totalmente de acuerdo, las personas descargan libremente sus frustaciones aqui, a veces al conocer la verdad sobre alguien llego a la conclusión de que esta muy enfermo, lo peor es que es peligroso porque siempre alguien le va a creer, pero también las redes sirven para otras cosas que no es el chat, por suerte, si lo sabemos usar es una gran herramienta,
cariños a todos.