Radiografía virtual involuntaria

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Hace poco hablé con una de mis amigas más cercanas de mi ciudad natal, Barranquilla, con quien cabe anotar, llevaba más de seis meses sin tener información sobre su existencia. En dicha llamada, me contó sobre su trabajo, su familia y su relativamente nuevo novio con quien está más que contenta y enamorada. “Oye, me gustaría conocerlo, ¿Por qué no publicas una foto de él en Facebook?”, le dije, a lo que ella me respondió: “La gente es muy envidiosa. Prefiero mantener mi vida privada como lo que es: privada”.

Sabia respuesta. Ella es de esas personas que tiene poca información en su perfil de Facebook, pone de vez en cuando una que otra foto, algún estatus con información que necesita y no se la pasa de wall en wall poniendo a quién quiere y a quién no. Su actitud, posiblemente vista por algunos como arisca y asocial en un mundo que ha reducido la interacción a clics y más clics, es en realidad sumamente prudente y cuidadosa con su imagen virtual.

Se ha preguntando alguna vez, ¿Qué clase de imagen proyecta a través de sus redes? Hace poco, leí en un especial de la revista Semana destacó lo siguiente: “Un estudio hecho por Ralph Gross y Alessandro Acquisti, de la Universidad Carnegie Mellon en Estados Unidos, sorprendió al mostrar cómo se podía predecir el número de Seguridad Social, que se usa para autenticar las transacciones bancarias y las tarjetas de crédito en Estados Unidos, solo usando información publicada en diferentes fuentes, incluidas las redes sociales, y con datos tan inocentes como el día de nacimiento y la ciudad o el estado de residencia. Otro, igual de controversial, fue hecho por dos estudiantes del Instituto Tecnológico de Massachussetts (MIT), quienes lograron, solo usando datos de Facebook, predecir si una persona era gay”.

Dicho artículo, me ha puesto a reflexionar sobre lo que comparto o no a través de Facebook, la red social de mi preferencia de la que más he sido defensora hasta el momento. Creo yo que, aunque el tema ya está bastante repetido, mucha gente no comprende que Facebook o Flickr son una hoja de vida adicional a la que están presentando. Incluso, es bien sabido que diversas empresas buscan en la Red los perfiles de candidatos a puestos laborales con el fin de ampliar la información recibida en una entrevista.

Así que tenga cuidado con lo que publica: una frase odioso, una foto pasado de tragos o una ubicación donde planea pasar sus próximas vacaciones son bombas de tiempo que pueden estallar de manera desafortunada si no somos precavidos. Simplemente, analice lo que publica y pregúntese: ¿Estaré proyectando la imagen de quien realmente soy a través de los contenidos que expongo?

Referencia

1. Tomado de: http://www.semana.com/noticias-vida-moderna/alguien-mira/140954.aspx

Angela Bohórquez
Directora de contenidos del Portal Web
Corporación Colombia Digital
angelabohorquez@colombiadigital.net
www.colombiadigital.net

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