No hay en el mundo, terreno donde no se presente la mayor cantidad de peleas alrededor de los títulos de propiedad intelectual como en el de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). Es un sector que se caracteriza por vertiginosas tasas de innovación y por competencia acérrima entre competidores… cuando los hay.
El panorama empresarial de las TIC se modifica de manera permanente. Unas empresas mueren, otras son engullidas por sus rivales. En todo el mundo ocurre algo similar. Surgen proyectos insospechados, como el de Facebook hace unos pocos años, hoy con más de mil millones de usuarios, creado por un chico de no más de 24 años en ese entonces.
Hoy, buena parte de las peleas se dan alrededor de lo que será la realidad de la conectividad: Internet móvil.
¿Quién pensaría hace quince años que en Colombia, en la oferta de servicios móviles, además de capitales criollos, compiten españoles, mexicanos y suecos?
Lo que es verdaderamente impresionante es la manera en que las grandes corporaciones buscan hacerse a las patentes y de otras formas de protección, incluidos los derechos de autor. Finalmente, las patentes son conocimiento y este es la clave para la creación de riqueza en sectores como las TIC.
Algunos ejemplo recientes (2011 y 2012)
Acercamientos de Google con la canadiense Nortel para la adquisición de sus más de seis mil patentes (en las áreas de la tecnología móvil 4G, redes ópticas, semiconductores, entre otras áreas). Para valorar lo que significa tal número de patentes, piénsese en que el total de solicitudes de patentes en Colombia en 2010 por parte de residentes colombianos fue de solo de 121 (sin garantía de que se fuesen a otorgar efectivamente).
¿Recuerdan a LimeWire? La pelea con la RIAA (la Asociación Industrial de Grabación de América) terminó en que LimeWire tuvo que pagar USD$ 105 millones por violación de derechos de autor. La pretensión primera era la “bobadita” de USD$ 1.400 millones.
Por sacar su aplicativo Google Wallet, “los señores” de Google fueron demandados por PayPal y eBay, quienes acusaban a la primera de robar secretos industriales.
La pelea entre Apple y Samsung, que no hace mucho culminó en la obligación de esta última de pagar USD$ 1.000 millones. ¿La razón? Acusación de robo de patentes de Samsung a Apple en la fabricación de los dispositivos Galaxy. Obviamente, Samsung ha apelado y la guerra de las patentes entre los dos gigantes sigue.
Los gigantes también se dan codazos por la vía de demandas locales. Por ejemplo, aún antes del fallo mencionado en el párrafo anterior, Apple había conseguido que un tribunal de Düsseldorf (Alemania) prohibiese el mercadeo la tableta Galaxy en Alemania.
En fin, son muchos los ejemplos. Basten los anteriores para comprender que las mejores batallas por las patentes están por venir. Internet será, en poco tiempo, fundamentalmente móvil. Imaginemos que ya hay cerca de seis mil millones de suscriptores móviles, aunque solo una cuarta parte cuentan con acceso a Internet. Es un “mercadazo” de varios miles de millones de suscriptores, que bien vale la pena por un par de combates costosos alrededor de las patentes.
Rafael Orduz
Director ejecutivo
Corporación Colombia Digital