¿Qué tan confiable es la información que se publica en internet para hacer negocios? He aquí un caso.
En días anteriores, me encontraba en proceso de negociación para cambio de vehículo, y por esa semana había salido la versión más reciente de la Revista Motor, la cual se ha convertido en el referente para que tanto compradores como vendedores de vehículos puedan tener una base para adelantar su negociación.
En el momento de revisar la página de la mencionada revista y descargar el archivo en PDF aparecía que en efecto estaba actualizada a la última versión publicada (8 de febrero). Teniendo entonces de referencia el precio registrado en la publicación en línea, procedí a iniciar la negociación, pero vaya sorpresa la que me llevé cuando mi contraparte me señalaba que el precio de referencia según la Revista Motor estaba por debajo del que yo le estaba mencionando.
Procedimos a mirar la publicación física y en efecto, el precio de referencia que yo había consultado en internet correspondía al publicado en la versión del mes de enero. Aquí vienen dos sensaciones: la primera, desconcierto al ver como mi vehículo (el BZ, como de cariño le decimos en casa) había perdido valor en poco tiempo (pero bueno así es el mercado); la segunda, una profunda decepción al haber confiado en una información en la web de un sitio reconocido, la cual indicaba que estaba actualizada y realmente no fue así.
En mi caso, logré sortear por suerte a mi favor el impase, pero me pregunté: ¿cuántas personas no habrán confiado en la información publicada en ese sitio web y no contaron con la misma suerte?, si los encargados de la revista presentan inconvenientes en cuanto a actualizar los datos de la publicación física, por qué no indican la fecha real de referencia del contenido, ¿qué les impide publicar el mismo archivo que mandan a impresión y colgarlo la misma fecha en internet?
Este es un caso de información errada, pero cuantos más no se presentan a diario. Por ejemplo, bancos que publican tasas de interés de créditos desactualizados y a la hora de dirigirse a una oficina indican que la tasa de interés es otra, (que la información de internet no está actualizada); o de precios de productos o promociones que aparecen vigentes y a la hora de realizar la compra, los vendedores de los establecimientos indican que ya no aplica.
Sin lugar a dudas, una de las variables fundamentales para incentivar el comercio electrónico en el país es la veracidad y confianza en la información y aunque hay avances, aún falta mucho.
Oswaldo Ospina
Coordinador de TIC y educación para el desarrollo social