Practicidad no es igual a facilidad

Recientemente me he visto en la tentación de adquirir un nuevo dispositivo con el que pueda escuchar música. En la búsqueda por encontrar algo que llene mis expectativas y que no sea necesario cambiar en poco tiempo, me di cuenta de algo.

Como amante de la tecnología, siempre estaré en constante cambio respecto a los dispositivos que adquiero, algunos lo llaman un comportamiento “comercial”, yo la verdad prefiero pensar que más que ser víctima de lo que los anuncios publicitarios hacen día a día, es un tema de innovar y de hallar herramientas que me permitan hacer mejor mi trabajo. Practicidad_

La gran mayoría de personas que conozco buscan un dispositivo que supla varias de sus necesidades, entonces los smartphones se vuelven una pieza importante debido a sus multifuncionalidades. Y claro, es mucho lo que nos hablan en medios sobre las “bondades” de los teléfonos inteligentes, así como el ahorro que proporcionan en materia de espacio y costos. Pero también conozco otros tantos (menos) que opinan diferente y que al igual que yo, pese a que sí compartimos la idea que el smartphone es muy útil porque tiene “todo en uno”; también creemos que no hay nada mejor que tener una herramienta hecha o dedicada a lo que queremos usar y particularmente si nos referimos a lo que nos aporta en lo laboral.

Debo decir que pienso esto desde una perspectiva de periodista, sin embargo mi reflexión aplica para muchas otras profesiones y oficios. El mundo de la información pide cada vez más velocidad y menos recursos, más voracidad y menos tacto. Pero lo valioso de la noticia y de por sí del trabajo, no está en el resultado como tal, sino en el sello personal que cada uno le pone a las cosas, a lo que se le llama, el “cómo”.

  • ¿Cuándo fue la última vez que tomó una foto de calidad, bien obturada, que no necesite pasar por Instagram para verse bien?
  • ¿Cuándo fue la última vez que escuchó una canción de buena calidad en la que no se revienten los bajos o se pierdan los agudos?
  • O quizá realizó una grabación, ¿tiene la calidad que esperaba?

Estos son apenas tres ejemplos y claro, muchos de ustedes podrán pensar en este momento qpraticidad_1ue hay teléfonos inteligentes que toman buenas fotos y responden bien al tema de la música, además de otros servicios, y no está mal, insisto. Pero ¿realmente pensamos en comodidad o economía?

Los teléfonos inteligentes son herramientas que para la hora de trabajar son bastante útiles, nos permiten ahorrar espacio y unos cuantos pesos, sin embargo no creo pertinente limitarse al uso de una sola herramienta que si bien ofrece varios elementos no los reemplaza por completo.

Y esto no es un tema de poder adquisitivo como muchos creen, es más bien de darle orden a las cosas, el smartphone no pude volverse el centro de todo, nosotros como personas debemos ser aun más multifuncionales que el mismo dispositivo. Si nuestro teléfono es nuestro centro de trabajo por sus facilidades, no dependamos de él, que este sea de uso en caso extremo, como cuando debamos desplazarnos de un espacio físico a otro o cuando la red local se ha caído.

¿No le ha pasado que se encuentra en Internet una buena historia acompañada de una mala foto, o de un audio mal capturado?, ¿cómo se siente como usuario? Ahora entiéndalo como gestor de contenidos y como responsable de esa información.

La invitación que le hago es como periodista, como usuario y en muchos casos como cliente: re-pensemos como estamos operando respecto a los dispositivos. Yo lo veo de dos formas o bien somos prácticos, que equivale a no “vararse” ante una situación no planeada e imprevista y lograr sacar un buen resultado; o somos facilistas, entonces pese a poder valernos de un buen elemento preferimos hacer las cosas con las que contamos a la mano.

¡Que lo práctico no se confunda con lo básico!

 *Imágenes tomadas de Getty Images

 

Cristhian Herrera
Comunicador Social  – Community Manager
Colombia Digital
@CristHerreraQ

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