‘Waze’ es una aplicación (app) de tráfico y navegación basada en la información suministrada por sus usuarios, quienes comparten información de tráfico en tiempo real, advirtiendo colaborativamente sobre el estado actual de las vías de acuerdo a su ruta o destino.
Para usar esta aplicación es necesario contar con un plan de datos móviles el cual le permita renovar permanentemente su ubicación y recibir las últimas actualizaciones que se van ‘construyendo’ con otros usuarios en su misma ciudad.
Llevo un par de años usando este tipo de aplicaciones y debo decir que he desarrollado una increíble dependencia por algunas de ellas, en especial por ‘Waze’. Esto debido al caótico estado de las vías de una ciudad como Bogotá, por lo que me he ahorrado muchas horas gracias a los consejos de otros conductores, quienes reportan accidentes o inundaciones en la vía, por ejemplo.
Al igual que Waze existen otras aplicaciones de la misma naturaleza, de hecho no tengo ningún interés comercial en promocionar esta aplicación, solo estoy haciendo una reflexión de cómo la tecnología puede suplir muchas de nuestras necesidades y en la medida que esto ocurra terminan volviéndose ‘indispensables’ en nuestra cotidianidad. En mi caso, ha pasado que ya no me preocupa quedarme sin batería ni recibir llamadas, en cambio no tener batería para regresar a casa y ver la ruta que me traza Waze, sí me preocupa más.
Lo paradójico del tema es que esta aplicación guarda sus preferencias en rutas, las cuales sugiere a partir de ellas y del tráfico actual. Sin embargo, así sepa que la mayoría de veces me va a arrojar por la misma ruta, si no lo enciendo me genera una sensación increíble de ansiedad en la que creo que estoy tomando la ruta con más tráfico y la más larga.
No necesito ser una experta en comportamiento humano para darme cuenta que me volví una ‘Waze-dependiente’, ¡si hasta para ir a la tienda me dan ganas de ver la mejor ruta!
Estoy segura que así como para mí existe una clara dependencia en el tema del tráfico, para otras personas esta se traslada al uso de Facebook o WhatsApp, por ejemplo. Por eso es importante identificar este tipo de comportamientos, los cuales pueden afectar nuestra tranquilidad, y así de esta manera el uso de las nuevas tecnologías más que generarnos estrés, aplicaciones de este tipo nos beneficien.
Se ha preguntado, ¿cuántas relaciones han terminado gracias al ‘síndrome del doble check’?, aquellas notificaciones que aparecen en servicios como el WhatsApp donde muestra si el mensaje se envío o fue visto, ¿de hecho ha caído usted en este tipo de inconvenientes?
Actualmente, existen muchas ‘nuevas dolencias’ derivadas del uso de la tecnología, por eso siempre es bueno evaluar y tomar cartas en el asunto. Pregúntese: ¿cómo hizo para vivir sin este tipo de aplicaciones hace algunos años?
*Imagen tomada de http://mashable.com/category/waze/
Laura Ayala
Coordinadora Gestión del Conocimiento
Corporación Colombia Digital