“Quien se atreva a enseñar, nunca debe dejar de aprender”. Esta debería ser la frase que acompañe la vida de maestros en todas las ramas del saber.
Los retos que se afrontan en esta era digital, conllevan a la sociedad educativa y en especial a los maestros, a desarrollar actividades pedagógicas que motiven y cautiven al estudiantado con estrategias que inviten a querer aprender.
Aún seguimos imaginando el aula como un espacio de interacción lleno de pupitres, pizarra y estudiantes atendiendo a una clase magistral. Esta es una percepción concebida antes y después de las nuevas tecnologías. ¿Pero algo ha cambiado?, aunque sigue siendo el aula de clases ese espacio de interacción de maestros y estudiantes, los educadores pueden convertir las prácticas pedagógicas en una integración que va más allá del espacio físico y de un discurso. Hoy, el educador tiene herramientas tecnológicas que le permite relacionarse en tiempos y entornos diferentes a los de la escuela.
En este sentido, la Web 2.0 es uno de los aliados más significativos que tiene la educación, pues sin estar en el aula física, se pueden realizar trabajos extra-clases como la construcción de blogs, la edición de vídeos con herramientas como Windows Movie Maker o Aviary y por supuesto, transformar las redes sociales y convertirlas en un espacio de interrelación y construcción pedagógica.
Mientras en Missouri la ley prohíbe que docentes se hagan amigos de sus estudiantes en Facebook, aún en Colombia y en la mayoría de países de Latinoamérica podemos hacerlo, convirtiendo un recurso de distracción en un instrumento para generar aprendizajes y construir conocimiento.
El debate y el conocimiento no sólo se dan presencialmente en las aulas. Las redes sociales convocan a la participación, a la libre expresión y motivan a los estudiantes a compartir y publicar contenidos que generan y producen en horarios diferentes a los de la escuela.
Es el momento de preguntarse como educador, qué tanto conocemos de comportamientos digitales, de la generación interactiva y sus necesidades tecnológicas. El uso de herramientas TIC nos debe llevar a indagar ¿cómo las uso?, ¿con quién la uso? y ¿para qué la uso? Pues si se conciben las tecnologías como un medio para deslumbrar al estudiante y no como un espacio de interacción y de oportunidad para desarrollar competencias y habilidades, se cae en la subutilización de los recursos, sin ninguna intención pedagógica.
Estamos en un tiempo maravilloso de renovación pedagógica, en el que el docente asume los desafíos del siglo XXI, que trae consigo cautivar a los estudiantes, vitalizar e innovar en el aula, luchar contra la deserción escolar y reconocer los peligros de Internet.
Son muchos los retos y no se puede seguir asumiendo el rol de espectador mientras la tecnología irrumpe, tropieza y progresa a pasos agigantados. El maestro debe asumir un rol activo que desee, quiera y necesite aprender, autoformarse y encontrar en tutoriales, cursos y postgrados las respuestas a nativos digitales y jóvenes inquietos que aín siguen viendo al maestro como esa autoridad del saber y el conocimiento.
María Luisa Caicedo Bernal
Asesora Educativa
Corporación Colombia Digital
Twitter: @malucaicedo
1 comentario
Bien si, considero importante hacer uso de estas herramientas 2.0 para acercar a nuevos nativos de internet. La construcción de conocimientos de manera conjunta entre profesores y alumnos, y pienso debe ir dirigido a la estructuración de talento que se traduce a capital humano, que vendra a ser en el futuro tan importantes o más como el capital economico.