La semana pasada tomé un taxi para llegar a un compromiso. En el trayecto, en el marco de las conversaciones que por lo general se tienen con los taxistas sobre la situación del país, la seguridad, las calles, el alcalde, en fin, se me vino a la mente un tema de conversación que habíamos tratado en algunas de nuestras reuniones en la Corporación: aplicaciones de utilidad para la ciudadanía y entre ellas las de solicitud de taxi.
Como bien sabemos, solicitar un servicio de taxi no siempre es la mejor experiencia: demora en el teléfono, mensajes permanentes y estresantes como: “estamos ubicando un taxi cerca a su dirección”, o que este llegue con una placa diferente al que confirmó el sistema y el peor de los resultados, que después de varios minutos de espera, finalmente no aparezca ningún vehículo.
Retomando el diálogo con el taxista, le pregunté si conocía de la aplicación de reserva o si alguno de sus colegas la utilizaba, a lo que me respondió:
“No la conozco, pero tengo compañeros que les va muy bien con ella y me dicen que me meta en el cuento. Por ejemplo a uno de mis compañeros en una noche le salieron como unos 40 servicios en un día solo por la aplicación y ahora solo trabaja por este medio. Yo voy a reunir un dinero y me compro una Tablet de por ahí unos 400.000 pesos y empiezo a probar. Con ello podría luego cancelar el servicio de reserva satelital que me vale 110.000 mensuales y en cambio con la aplicación por ahora no vale nada…..Otra cosa bueno que les he escuchado a los colegas, es que han hecho contacto con buenos clientes y ya permanente tienen servicios programados».
A fin de indagar más, le pregunté: _¿sabe cuáles son las aplicaciones que utilizan? _ “He escuchado que utilizan Tappsi y easytaxi principalmente”.
Para mí resultaba interesante la conversación al ver el entusiasmo con el que me hablaba de estas aplicaciones y validaba la discusión tenida el día anterior en la oficina, sobre la importancia de pensar en cómo la tecnología puede mejorar la cotidianidad de las personas en una ciudad como Bogotá. Era asimismo mi primera impresión de un taxista, dado que ya había tenido referencias de amigos usuarios de estas aplicaciones que les ha funcionado y se sienten seguros al realizar reservas a través de este medio.
Ahora, tal como cambió el negocio de distribución y venta de música o el alquiler de películas gracias a Internet, el servicio de reserva de taxis por la vía de marcar mediante un teléfono también dentro de poco tiempo será historia.
Si usted ya utilizó alguna de estas aplicaciones ¿cómo le fue?, ¿le pareció útil, eficiente? Si aún no lo ha hecho, inténtelo y llévese su propia impresión.
*Imagen tomada de Getty Images
Oswaldo Ospina
Coordinador de TIC y Educación
Corporación Colombia Digital