Diálogos conmigo mismo

83286383

El pasado lunes no fue un buen día, tanta cosa e información produjeron algunas sensaciones en mi vida, que todo era contradictorio y se vio reflejado en mis sueño de esa noche:

—    ¿Qué? – Dijo mi otro yo.
—   Es el colmo, uno ya no puede creer en nada y creerle a nadie. Usted como es uno de los que vive pendiente de las encuestas, mijo. Usted es como los noticieros que ya no esperan los resultados reales, sino que cree en todo lo que aparece en  Internet y las benditas redes sociales.
—    Espere, respondí a la defensiva, los tiempos cambian y las TIC son un termómetro en muchos temas de opinión al igual que las encuestas y estos son recursos válidos – le dije en tono firme y seguro.
—    Claro, para usted es más importante cualquier dato y fenómeno social nuevo que la realidad de la sociedad. No sé cuál es la gana de ser triunfalista y ensillar antes de traer la bestia -me dije en tono acelerado- Mire a todos esos que se creyeron el cuento y escribieron ríos de tinta que al final no sirvió de nada – repostó con actitud desafiante.
—    ¿Cómo quién? – le preguntó mientras pienso que estoy loco, por tener este tipo de diálogos conmigo mismo.
—    ¿Qué quién?, mire a todos esos sabelotodos y “opinadores” de todo y que se sienten con el poder de guiar nuestras vidas –martilló-
—    Ah, yo no sé, le dije; pero aún no puedo creer ese resultado y así de apabullante. En todo lado se escuchaba y se leía que iba a ser diferente – le dije, mientras ganaba tiempo para pensar que más  decirle- Imagínese la vida como él la vive y la propone, para este personaje todo es sagrado, no le parece una buena opción-le pregunte con optimismo-
—    A ver, entonces dígame en que se diferencia su candidato con el que ganó- agregó en tono desafiante-
—    Espere –le respondí- el que ganó tiene unos  ojos saltones e inexpresivos, ha ocupado más puestos por favores que por meritos, ha tenido columnas en periódicos donde no dice nada y tiene un hijo favorito: La niñita del medio. Es más de lo mismo – sostuve en tono pausado-
—    No, pues será que su defendido es el mesías -me respondió con sarcasmo- El mundo  esta lleno de personajes de este tipo, esos que dicen y actúan diferente a los modelos establecidos y el mundo sigue igual.
—    ¿Cómo se atreve? –le dije-
—     Espere, los que votaron por el otro fueron más, a mi no me meta en esas vainas –respondió-
—    ¿Es que no puedo creer que a Charlie Harper de la serie Two and Half men, no lo hayan elegido como el personaje más importante de la TV en los últimos años en la revista estadounidense Entertainment Weekly? – Comente mientras señalaba mi televisor y pasaban un comercial de la serie más vista en EU y Latinoamérica.
—    Usted no dice admirar a Homero Simpson –me dice en tono sarcástico- alégrese que el ganó. Usted es seguidor de sus frases y sus estupideces, no lo entiendo.
—    Pues sí, me cae muy bien; pero Charlie es un filósofo interesante de la vida, para él la vida es sagrada, la buena vida: una casa de lujo en la playa, soltero, buen whisky, con dinero, un Mercedes, un trabajo que le gusta y rodeado de mujeres hermosas – exclameé con envidia-

Afortunadamente, en ese momento me despertó Sarita, mi hija. Porque mi otro yo, ya estaba alistando su artillería para hablarme ahora de otr tema que ya me tiene un tanto aburrido. Espero que en algún sueño se me aparezca más bien la visión de quien va a ser el campeón del mundial, para tanta polla donde estoy participando. Aunque muy seguramente, mi conciencia me llevará la contraria como suele hacerlo.

Álvaro Rodríguez
Asesor en proyectos de educación
Corporación Colombia Digital
alvarorodriguez@colombiadigital.net
www.colombiadigital.net

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.