No más ‘memes’

Al principio fueron graciosos. Ya no. Hay una sobresaturación de los chistes tipo ‘meme’.

Es difícil que un cibernauta del mundo moderno no se haya topado al menos una vez con un llamado ‘meme’. Basados en un video, frase o cualquier tipo de material viral que circule en la red, nace por lo general uno de estos ejemplares, definidos como: “(…) un fenómeno que se populariza por Internet. Se trata de un hecho relacionado con cualquier temática que se replica a una velocidad de vértigo por toda la Red y que en pocas horas da la vuelta al mundo”1.

Sin embargo, el fenómeno ya es demasiado popular. Pareciera como si el sentido del humor de los más jóvenes, quienes son los que más usan este recurso facilista para chistes, se limitara a ese tipo de lenguaje. Los chistes son iguales, las interacciones similares, los personajes se repiten una y otra vez sin parar. Y aún así, el contenido de este material no mejora.

No estoy en contra de lo viral, pero sí de lo repetitivo, pues llega un punto donde las burlas armadas con ‘memes’ son las mismas con los mismos, en aquel escenario virtual diciendo exactamente lo que han dicho las cien veces pasadas. 

Cada vez hay más páginas y en distintos idiomas que popularizan esta forma de narrar casi cualquier suceso de un ser humano. Y sí, son graciosos, pero tanta proliferación de ‘memes’ podría llegar a ser algo negativo. Muchos nacen con una intención y son graciosos esa vez, sin embargo luego, surgen todo tipo de mezclas y nuevas versiones que terminan alterando lo que una vez esa imagen quiso decir.

Un par de ‘memes’ no perjudican a nadie, pero si no se buscan nuevas maneras de innovar y contar historias graciosas y virales en otro formato, la creatividad cibernética se verá uniformada y encasillada a un estándar monótono y soso. Es un proceso similar al que se vio alguna vez con los realities, que en un principio se suponía que eran un formato televisivo arriesgado e innovador, aunque luego de ser profanado por todos los canales se convirtió en una telenovela más, llena de clichés y estereotipos.

Es posible, que si los creadores de sus ‘memes’ no se esmeran en buscar otra forma creativa de burlarse de la realidad mundial, el formato deje de ser atractivo y se estanque. O que por el contrario, llegue otro lenguaje cibernético dispuesto a reemplazarlo. De cualquier manera es importante reflexionar sobre la narrativa de lo que cuentan los internautas y cómo debería evolucionar esta expresión. Lo más valioso de Internet es su gran rapidez y fácil acceso, que le permite a cualquiera contar la historia que le plazca. Y al mismo tiempo, nos facilita aprender de lo que otros tienen para relatar. Pero, ¿y si todos cuentan lo mismo?, ¿qué se supone que vamos a aprender?

 

 

Ángela Bohórquez
Asesora
Corporación Colombia Digital
angela.bohorquez.s@gmail.com

 

 

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