En días pasados compartí con mi mamá y sus amigas una tarde lúdica en casa. Recordaron viejos amigos, conocidos, maestros, pero sobretodo hablaron de aquellas antiguas amistades con las que desde hacía mucho tiempo no tenían ningún tipo de contacto. Fue entonces, cuando empezamos a rastrearlas por redes sociales. Algunas aparecieron en Facebook, no por tener cuentas propias, sino porque aparecían en las fotos de sus hijos. Viendo su interés por encontrarse con el pasado, se me ocurrió hacer una pequeña introducción al uso de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones), sin embargo empecé a tener problemas con el significado del lenguaje y con la agilidad de esa “pequeña clase”.
La manipulación del computador, específicamente los recorridos con el mouse de un lugar a otro, fue casi una tarea perdida para algunas de ellas, otras lo lograron con ciertos grados de dificultad. En relación a los significados del lenguaje no pude esperar más, para ellas “pararse en la ventana” se asumió como un desplazamiento físico a un lugar de la casa, y no como una ubicación con el mouse en un espacio de la pantalla del computador. Allí comprendí que poseía problemas con las instrucciones dadas.
Para no dañarles la fiesta y sacar la docente que hay en mí, decidí ser el instrumento de acceso a la información de familiares y amigos. Ratifiqué una vez más que alfabetizar con base en la motivación es mucho más fácil para quienes nos enamoramos por el tema. Siendo esta (la motivación) el pilar de cualquier proceso formativo, y es en relación a ella que debemos pensar los programas educativos.
La pregunta que los docentes, tutores o facilitadores debemos resolver permanentemente es ¿cómo conectar a otras personas en el tema de las TIC?, ¿cómo acertar con las estrategias pedagógicas cuando la motivación es tan subjetiva y diversa? Aunque este no es el foco de este escrito, vale la pena invitarlos a ustedes lectores a identificar en el uso de las nuevas tecnologías ¿qué es lo que los ha conectado con la misma?, Y si es una motivación compartida.
De esta visita, logré conectar a tres personas a un Telecentro donde brindan cursos de alfabetización digital como parte de la oferta formativa del Centro de Desarrollo Comunitario ubicado en el barrio.
Después de todo, aquel encuentro casual resultó siendo un espacio para redescubrir nuevos saberes y transmitir conocimiento a otras personas interesadas. En términos de la alfabetización digital, sería de mucha importancia que los jóvenes, dieran un espacio para hacer la introducción de sus padres al uso de las TIC, disminuir la brecha digital debe ser entendida como un asunto de todos.
*Imagen tomada de Getty Images
Eugenia Vallejo
Coordinadora de Proyectos Especiales
Corporación Colombia Digital