El poder de la comunicación a través de una fotografía

Por: Luis Fernando Martin Pinzón

La situación es definitivamente dolorosa pero a la vez contundente: un empresario reconocido y perteneciente a una familia de clase alta de Santa Marta, es el conductor protagonista de un accidente de tránsito en el cual mueren seis jóvenes en una vía del departamento de Magdalena, y deja a otro en una unidad de cuidados intensivos con pronóstico reservado, a lo anterior se suma un agravante: el conductor presenta un nivel elevado de alcohol en su organismo, de acuerdo a la prueba realizada por las autoridades; varios días después del suceso, no se ha realizado audiencia de imputación por situaciones que muchos califican como dilatorias.

Sin duda este caso tiene muchas aristas por analizar, analizaré solamente una relacionada con lo comunicacional, dejando las jurídicas a los expertos en esa área.

El poder de la imagen

En las redes sociales, medios tradicionales de comunicación y en diversos espacios de difusión, se comparte una imagen en la que el conductor responsable de la muerte de seis personas aparece en una cama hospitalaria, a su cuerpo están conectados múltiples dispositivos, en la misma escena están dispuestos de forma estratégica una biblia, e incluso una bebida hidratante, imagen que muchos atribuyen a su abogado defensor; ¿se quería mostrar que el indiciado está grave de salud y no puede atender el requerimiento Judicial?, el efecto fue diametralmente el opuesto: mayor indignación de las personas, pues relacionaron la imagen de una persona que está pasando un mal “guayabo” y que quiere evadir su responsabilidad acudiendo a jugadas reprochables; en la historia clínica se precisa que el paciente presenta “trastorno electrolítico” que básicamente es deshidratación, algunos medios consultaron a médicos especialistas sobre los aspectos consignados en la historia clínica y todos coinciden en que “la ansiedad no especificada”, el “insomnio”, y la “contusión leve en labio superior” no son factores graves de salud, y lo relacionaron directamente con la ingesta de licor, y no como un aspecto que impida seriamente el desarrollo de una diligencia judicial; ¿la imagen de la biblia quería mostrarlo como un hombre de Fe o una persona creyente?, ¿es un atenuante para que una posible sentencia sea más generosa?, ¿y la botella a medio consumir de la bebida hidratante comercial?, ¿no es la misma bebida que muchos toman después de una buena rumba?, serán preguntas para el autor de esa fotografía, pero si analizamos todo el contexto de la imagen difundida, fue una pésima idea con una muy mala ejecución, generó mayor indignación mediática y en la ciudadanía, incluso en redes, un reconocido profesional de medicina interna puso en su twitter: “Paciente tolerando la vía oral, no necesitó monitorización ni O2 por cánula. Todos los cables son para un EKG. Y al parecer puede leer textos sagrados. Para la próxima imagen de drama: retiren la botella de bebida hidratante y por lo menos pónganle un monitor de signos vitales”…contundente, y se ratifica que fue un error comunicacional gigante, la “idea” de tomar esa fotografía para viralizarla buscando un objetivo que claramente no se cumplió y jugó en contra del paciente.

Consejos puntuales

Y entonces, en esta situación lamentable, ¿qué se puede hacer para comunicar de forma diferente y no generar mayor indignación en la sociedad?; para este caso concreto, se plantean tres aspectos puntuales.

  • Asumir una posición de arrepentimiento sincero: siempre será mejor desde la óptica comunicativa asertiva, reconocer un error, aceptar una equivocación o culpa, y no caer en el facilismo de mostrar al implicado como “víctima”, o de evadir una acción considerada grave que significó la muerte de seis personas, en el caso concreto de este artículo, es claro que la “idea” de la fotografía no corresponde a quien ocasiona el accidente,  y que sin duda pasa un muy difícil momento al dimensionar lo que aconteció en un accidente de tránsito, sino de aquellos que lo “asesoran” infortunadamente de forme errónea.
  • Acciones correctivas por encima de las defensivas: No se deben implementar acciones correctivas porque la ley se lo pida, los jueces de la república ocasionalmente lo exijan o sea parte de una resolución judicial, sino que es una obligación moral hacerlo, y me refiero no solamente a una indemnización económica, sino a ser parte de soluciones que puedan prevenir situaciones futuras como el ocurrido: videos y campañas donde sea partícipe de advertir los graves efectos de conducir bajo efectos de bebidas alcohólicas, actos de reparación públicas en memoria de los fallecidos y a nombre de sus familiares, y en general, acciones que claramente demuestren que aunque ya no puede regresarles la vida a seis personas, sí puede convertirse claramente en un “embajador” de una causa que actúa genuinamente en pro de sus nombres y memoria.
  • Posición proactiva de apoyo, no reactiva de dilación: Asumir desde su enfoque personal, un apoyo irrestricto al esclarecimiento de la verdad, de apoyo a la justicia, que cada declaración y palabra promulgada esté alineada desde la óptica de la comprensión, el arrepentimiento sincero, la total empatía y plena colaboración a todo nivel, lo que desde un enfoque comunicacional siempre se traduce en mejor nivel de aceptación social y de alineación con las narrativas ciudadanas responsables, siempre en búsqueda de la suma de factores proactivos, no la resta de acciones de corte reactivo.

Como lo expresé al principio del artículo, aquí se aborda el enfoque de la comunicación, no el jurídico, ya que tal vez para un profesional del derecho ante este caso su posición sea diferente, aceptando que hay un drama familiar, una dolorosa situación que viven varias familias en Santa Marta por este lamentable suceso, y que cada acción comunicada, una “sencilla fotografía” puede exaltar o lanzar a un abismo el nivel reputacional, de marca personal, del buen nombre de su familia, calmar o revivir el dolor de quienes han perdido a sus seres queridos, el poder de la comunicación definitivamente puede destruir, yo prefiero conjugarlo con construir, con edificar, fin loable para quienes ejercemos la difícil tarea de comunicar estratégicamente.

Luis Fernando Martin Pinzón   

@luisfermartin                                                                                                                                                                             

www.luisfernandomartin.com

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