Errores a evitar en comunicación política

En política se puede ganar o perder, pero casi siempre se pierde si la comunicación no ha sido planificada de forma cuidadosa dentro de un equipo de campaña, por ello resumo cuatro errores que se deben evitar, para que una persona que ejerza un cargo público, o un candidato que aspire a través de una elección popular, no “muera” en el intento.

  1. Desconexión en el uso de los lenguajes frente a las audiencias.

Es un error común, ya que muchos candidatos utilizan lenguaje muy especializado o técnico, frente a públicos con un alto grado de desconocimiento o bajo nivel de formación frente a las temáticas que se están desarrollando en el escenario, otros son amantes de los anglicismos (en un país donde el nivel de bilingüismo es de los más bajos del continente), o simplemente citan leyes, parágrafos, artículos y numerales frente a audiencias que no son especialistas del tema; por ello el consejo es simple: segmente previamente el público al que va a dirigir sus mensajes, y ajuste los mismos a los perfiles de sus interlocutores, de esta forma será mucho mejor si sus términos “en doble idioma” los utiliza frente a profesionales que aman ese enfoque, y sus ejemplos sencillos y llenos de analogías los ejecuta frente a ciudadanos que valoran más esa manera de aterrizar complejos temas o enredadas cifras.

  1. No tener un mensaje central que sea claro y conciso.

En la política moderna se valora más tener unas narrativas puntuales sobre un mensaje central, que tener cientos de buenas ideas pero confusión a la hora de posicionar variadas temáticas. Se debe ser preciso, no trabaje múltiples ejes discursivos ni intente ser “experto” en variadas tramas, consolide desde su comunicación que usted puede ser el indicado para un par de aspectos puntuales, los cuales serán el eje de su discurso principal de campaña. ¿Corrupción, equidad social, desempleo, paz, impunidad, acceso a educación, violencia, inseguridad, delincuencia, emprendimiento, apoyo al tejido empresarial, cobertura de servicios públicos, salud con calidad…? ¿confiaría usted en una persona que se muestra como “experta” en todos esos temas o lo consideraría un hablador que solamente quiere seducir para conseguir votos?, la respuesta usted la tiene, así que consolide unos ejes de mensaje central que sean claros, puntuales y concisos, no busque abordar infinidad de aspectos que denotan poca profundidad en el manejo de los mismos.

  1. Considerar que las nuevas tecnologías y el uso de redes, es el objetivo principal.

Las redes sociales son un medio, un canal para llevar mensajes, no un fin ni el objetivo principal de una campaña; algunos asesores e incluso candidatos, consideran que si se tienen múltiples plataformas para subir comunicados la tarea está realizada, y es una falacia considerar que solamente por tener una plataforma digital robusta, se consolidará un resultado contundente; es importante contar con una estrategia digital, y que dicha estrategia abarque la importancia de la comunicación dentro de ella, pasar de simplemente “monitorear y publicar cosas” a convertir los espacios virtuales en auténticas conversaciones, espacios que denotan una “personalidad de cercanía”, de auténtica conversación, aspectos importantes para generar una positiva imagen de calidez, de materializar intangibles como la amabilidad, la escucha activa o la comunicación asertiva, por ello enfóquese  no solamente en la forma de sus redes, sino en el fondo de la comunicación que allí se desarrolla.

  1. Confundir empatía con falsa simpatía

Se debe prestar atención a este aspecto, ya que los seres humanos decidimos en gran parte gracias a nuestras emociones, a la manera en que involucramos aspectos intra e interpersonales como una dimensión de nuestra inteligencia emocional, y es clave resaltar que el candidato o el personaje que ostenta un cargo público debe generar empatía y tener suficiente capacidad de escucha, siempre con el talante de hacerlo auténticamente, no proyectar jamás la imagen de aquel que asiste a “sectores populares” o conversa con los “menos favorecidos” y que transmite de forma no verbal casi siempre, que no está “cómodo” con esa situación, que le “molesta” tener que asistir a entornos con realidades difíciles, y que está presto a “escapar” rápidamente de esos lugares; el candidato debe trabajar en su dimensión de habilidad social, de empatía auténtica, de generar atención genuina por parte de los ciudadanos y de aquellos que son finalmente los que determinarán a través de su voto, si al final de la campaña el candidato logrará su anhelado triunfo, por ello político que no lidere para servir, no servirá para liderar.

Luis Fernando Martin Pinzón   

@luisfermartin                                                                                                                                                                             

www.luisfernandomartin.com

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1 comentario

    • Jorge Quintero el 13 de agosto de 2021 a las 02:54
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    Muy interesante artículo, valiosos consejos para aquellos que inician su carrera en la política o en la vida pública, gracias Dr. Luis Fernando por su orientación.

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