En “La argentinidad al palo” (“al palo” sería el equivalente nuestro de “al tope”, es decir, “al máximo”), la Bersuit nos muestra la realidad que vivió, vive y vivirá la Argentina, pero que no es distinta a la que ha vivido, vive y vivirá cualquier país latinoamericano. Es una fiel descripción del oportunismo y el arribismo como combustible de la política, estructura que ha permeado a toda la sociedad, por ende, la gente del común no es inmune a tales defectos pues en el fondo somos los políticos que elegimos.
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