Theodore Boone, el cuarto, quinto libro que cae en mis manos de John Grisham, tiene varias cosas en común con sus antecesores, entre otras que lo leí en una noche, pero desentona evidentemente en su contenido.
Solo un detalle salva al autor de thrillers judiciales más leído en la actualidad, y es que con este título y sobre todo, con este personaje, Theo, quiere llegar exclusivamente a un público joven. Parece ser esa la consigna de esta nueva etapa de Grisham, autor también de libros como ‘El informe Pelícano’, ‘El socio’ y ‘El Proyecto Williamson’.
Es probable que este escritor norteamericano, abogado de 58 años de edad, logré su objetivo. De hecho, la saga Theo Boone ya tiene cuatro títulos en el mercado, lo cual podría hablar de la aceptación, sin embargo, quienes conocemos de la capacidad de este escritor seguiremos esperando sus trepidantes historias sobre condenados a muerte y millonarios robos, en las que por lo general un abogado siempre estará dispuesto a dar la pelea hasta el final por ganar cualquier caso, por empapelado que parezca.
En cuanto a Theo Boone, la trama se compone de aventuras entretenidas, que si bien, cautivan, no pasan de ser historias de muchachos simpáticos. En este particular, cuentan con un amigo (Theo) algo avezado en temas judiciales, con la firme convicción de convertirse en un abogado exitoso. Es a Theo a quien recurren en situaciones de poca monta o cuando hay líos familiares o están a punto de quedar sin casa por una mala jugada del banco.
Desde luego Theo, con una formación apenas en ascenso, pero con la ayuda de sus padres (abogados con larga trayectoria y bien ganada reputación), sacará de apuros a quien lo consulte.
El fuerte de esta historia se desarrolla a partir del crimen de una mujer, cuyo autor podría ser su esposo, pero sobre quien no se tienen pruebas contundentes. Theo descubre que hay un testigo, él podría dar un giro a este caso.
El libro puede ser un buen inicio para quienes les apasionen los thrillers judicales y no hayan tenido el placer de leer a este autor norteamericano, de quien se dice, ha vendido 250 millones de libros en casi 25 años de carrera como escritor.