Milagro rojo

MoYan_Hamburg_2008Ciertos reconocimientos literarios terminan por convertirse también en un premio para los lectores. Antes de que el chino Mo Yan (seudónimo de Guan Moye) recibiera el Nobel era muy difícil olfatear su creación literaria. De hecho, es muy poco probable que su prosa hubiese retumbado en nuestra vida cotidiana, así sea que haya causado incomodidad para muchos su nombre en tan altas latitudes.

 

Lo que sí no cabe duda es que el milagro para nosotros, humildes lectores, ocurrió. Desde que ese reconocimiento cayó en sus manos el sabor de su obra ya forma parte de nuestra cotidianidad. Sin dejarme arrastrar por la euforia comercial diría que estos son los premios que valen la pena, los que nos permiten conocer escritores tan exquisitos como este chino, autor entre otros títulos de Sorgo Rojo, Cambios, La vida y la muerte me están desgastando y Grandes pechos amplias caderas.
Diversas reacciones generó la entrega del Nobel a este escritor chino.

Diversas reacciones generó la entrega del Nobel a este escritor chino.

Precisamente acabo de dar punto final a Sorgo rojo (1987), que dicho sea de paso, ojalá no hubiera terminado. Una gran novela, de carácter autobiográfico (como buena parte de la obra de Mo Yan), escrita desde el sufrimiento y el dolor de tres generaciones que vivieron la cruda historia de la China del siglo XX. La historia es ambientada en el Municipio Gaomi Noreste, cuna de Mo Yan.
Se podría decir que Sorgo Rojo plantea un escenario bélico. Un grupo de resistencia China que lucha contra el invasor de comienzo de siglo. Ese es el trasfondo político de la novela. Sobre este resaltan las figuras de bandoleros, mujeres valerosas y viudas inquebrantables, quienes forjarán el destino de millones de chinos, no sin ofrecer un sacrificio de gran precio.
Esta novela es un encuentro con una cultura y una historia bastante crueles, pero infinita  en riqueza. Un recorrido por tres generaciones, pero en realidad un camino por la china rural, la china que luchó contra el invasor, que dejó toneladas de cadáveres por los caminos agrestes y los cultivos de sorgo rojo. Mo Yan parece decir «aquí está China». Esta es mi historia, esta es mi familia, este es mi mundo. Estos son mis muertos, mis males, mis perros…
Habría que explicar sobre Mo  Yan, que pese a su cercanía con el Partido Comunista, del cual es miembro de 1979, ha sido censurado en varias oportunidades. Algunas de sus novelas han causado revuelo y fueron prohibidas en su país, como el caso de Grandes pechos amplias caderas. No obstante, es en el PC donde recibe la oportunidad de escribir y ganarse el reconocimiento mundial. Ha confesado abiertamente la influencia de García Márquez en su obra.

Comentarios

1 comentario

    • Jacob Giraldo el 18 febrero, 2015 a las 9:00
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    Nuestras pasiones son globales, la búsqueda de la felicidad, el amor físico, el humanismo desde otro prisma, la inocencia siendo manipulada sin ningún reparo, los gamonales de toda parte, la mujer el motor constante de todo, y las aguas como rosas de los vientos que están a todo momento como si fueran la tinta que usa el escritos detallar sus ideas, es como un gran poema de largo alentó, el sorgo es un palpitar que esconde los latidos. Alexander he seguido con atención tus comentarios, seria agradable que en algún momentos nos contaras de los buenos tiempo donde leímos a Víctor Hugo y sus miserables, God y Magod, Juicio Universal de Papini, Miguel de Zevaco, aventuras de capa y espada de Real de Buen Revés, editorial Tor con sus libros de lomos rojos, eran nuestro “pan diario de cada sopa”.

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