La saga de la familia Cole avanza en el tiempo y llega al Siglo XIX.
Asentados ahora en Norteamérica, los Cole mantienen en sus venas la medicina y es ahora Robert Judson quien lleva la batuta de este legado.
Aunque los tiempos son otros, y atrás quedaron las aventuras en Oriente Medio, los Cole seguirán incondicionalmente unidos con el servicio médico.
En esta segunda apuesta de la trilogía de la familia Cole, publicada en 1992 (seis años después de El Médico), Noah Gordon traslada sus aventuras al Oeste de Norteamérica, donde aún los indios sauk se pueden declarar como dominadores del territorio. No obstante, el tiempo histórico de la novela plantea situaciones extremas de odio racial y exterminio indígena que no pasaron desapercibidas para los Cole, que a la postre terminan inmersos en un conflicto de mayúsculas proporciones: la Guerra de Secesión.
Acerca del título de la novela, cabe destacar que Chamán (Robert Jefferson Cole) es fruto del amor del médico Robert J. y su esposa Sarah.
Chamán, quien es bautizado así por una india sauk amiga de la familia, es un niño en apariencia sano, hasta que descubren que es sordo. Sin embargo, esta limitación no impedirá que luche por convertirse en médico, y así poder mantener en línea recta la tradición familiar.
De a poco Chamán asciende. El triunfo sobre su sordera lo convierte en héroe. Nuestro personaje sale airoso de batallas que parecen suicidios. Es la parte vital de la historia. “Un sordo no puede ser médico”. Chamán hizo oídos necios.
Quien crea que las segundas partes nunca fueron buenas tendrá en Chamán una grata excepción, pues en verdad, es un gran libro. Una novela plagada de recursos históricos muy bien manejados. Precisos.
Gordon logra situar al lector en un momento definitivo de la historia del continente, sin que haya lugar a extravíos. La trilogía está marcada por el lazo familiar, la entrega por el otro y desde luego la Medicina, que marca el progreso y desarrollo de los pueblos.
Una novela excepcional, que entretiene, ilustra y que deja una sensación de triunfo. De entender la adversidad como el imán que arrastra la fortaleza.
La última parte de esta saga es la novela titulada La doctora Cole, a la que Noah Gordon dio vida en 1996.