¡Grito de independencia! El fuego de Galán y de Alcantuz

Desde las bravas tierras de Santander, con los primeros movimientos revolucionarios liderados por José Antonio Galán y Lorenzo Alcantuz se plantaron las semillas para proclamar la libertad de las colonias americanas. Un liderazgo que movió a todo un continente desde la Patagonia hasta Alaska en busca de la emancipación colonial.

Coincidencia o no, el mes de julio tiene un significado especial en el inicio de las gestas y posteriores campañas militares que tras varios años de conflicto lograron la aparente liberación del yugo de las potencias colonizadoras del momento: Inglaterra, España y Portugal (7 de Septiembre de 1822).

4 de julio: Estados Unidos

Las colonias inglesas asentadas sobre las costa Este de Norte América, el 4 de julio de 1776 lanzaron su proclama para convertirse en una nación independiente. 

Es el día de la firma del acta de declaración de la independencia y la separación formal del Imperio Británico, pasando a ser reconocida como una nueva nación del globo terráqueo.

20 de julio: La Nueva Granada

Así era conocido el territorio colonial de lo que hoy en día es Colombia, Panamá, Venezuela, Ecuador, una pequeña parte del norte de Perú y Brasil, y el Oeste de Guyana.

El detonante estratégico para iniciar la separación del Imperio Español fue la disputa por el denominado «Florero de Llorente».

Fue la chispa que consolidó todos los movimientos revolucionarios del nuevo mundo, de la Nueva Granada, que a gritos pedían un tipo de gobierno más participativo e inclusivo, con derechos a la igualdad, al trabajo, la educación y la salud.

Movimientos como la Revolución de los Comuneros en tierras santandereanas, el grito de Independencia liderado por María Águeda Gallardo Guerrero el 4 de julio de 1810 en la ciudad de Pamplona. 

¿Independencia o cambio de dominadores?

«Independencia grita el mundo americano… se baña en sangre de héroes la tierra de Colón…» reza la segunda estrofa del Himno Nacional de Colombia. 

Para una gran parte de la población del territorio colombiano, para los pueblos nativos y otras minorías, la independencia se percibe como un traspaso de poder de los españoles peninsulares a los españoles americanos y sus descendientes. 

En Colombia la lucha por el poder y control de la administración pública ha dejado miles de víctimas, enfrentamientos entre ideologías políticas que amparan los intereses de unos pocos en detrimento de los intereses colectivos.

El cambio del régimen monárquico al régimen democrático (aparentemente) se conmemora en el mes de julio en Estados Unidos y en Colombia.

Un cambio que ha tenido pros y contras, réditos para unos pocos y para otros no tanto; son «los que sufren… bendicen su pasión».

Más de lo mismo

En el siglo XXI la historia es la misma, el control global está en manos de unos pocos. La «colonización» y el control continúan siendo a nivel económico, político y militar; sin olvidar el religioso y el social.

Desde antes de 1810 y hasta hoy, esta lucha continúa. Avances se han tenido, evolución y desarrollo también, pero no a todo nivel ni para todos los ciudadanos.

El poder en todas las instancias apalancado en la tecnología y el conocimiento beneficia a quienes lo tengan y lo utilicen.

¡¡¡El grito de independencia sigue escuchándose en todo el mundo!!!

Nelson Oswaldo Sandoval Rojas

@N3LSONSANDOVAL

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