¿Qué aprendimos de Macri?

Hace unas semanas se realizaron en la Argentina las PASO, que son las primarias de este país, y al parecer definieron lo que serán las elecciones del 27 de octubre: un triunfo de Alberto Fernández sobre Mauricio Macri.

Hasta ahora, todo indica que Mauricio Macri no se reelegirá. Sostengo que no hay buenos gobiernos que comuniquen mal ni malos gobiernos que lo hagan bien, pero la comunicación sí es la herramienta fundamental para establecer puentes entre la ciudadanía y el gobierno. Una buena comunicación facilitará un ambiente para la gobernabilidad y generar respaldo a las decisiones tomadas por la administración.

Muchos de los baches de comunicación del Gobierno Macri se repiten en la Gobierno Duque. Por eso, junto con David Luna, director del Tanque de Pensamiento Al Centro; analizamos algunas lecciones aprendidas de la comunicación del Gobierno Macri, que les servirán a quienes tienen bajo su responsabilidad la gestión de la comunicación de candidatos y próximos mandatarios. Ojo, solo nos centramos en la comunicación, no en la evaluación de sus políticas públicas.

1. Falta de una Bandera. Mario Riorda sostiene que el Gobierno de Macri si bien tenía un discurso, no tenía mito de gobierno; es decir, una bandera que le diera significado a su gestión, algo que lo simbolizara y validara. Nadie sabía para dónde iban, no hubo rumbo, ni un aspecto que haya unido a la ciudadanía alrededor de una causa.
2. Altísima generación de expectativas.En elecciones, los candidatos suelen crear ambientes de fracasos apocalípticos sobre la gestión del mandatario saliente y se autoproclaman como únicos salvadores, generando un arma de doble filo: altísimas expectativas. El problema de crear altas expectativas llega cuando al asumir el cargo los nuevos mandatarios se dan cuenta que los cambios no se logran de la noche a la mañana, y que todo lo que a la ciudadanía le explicaron que era muy sencillo de hacer, en realidad tiene procesos muy complejos detrás; allí entonces empieza la desilusión de los votantes y desplome de la popularidad.
3. La barrera entre la ciudadanía y lo técnico.Aunque muchos expertos concuerdan en que las decisiones económicas tomadas por el Gobierno de Macri eran necesarias, los resultados afectaron drásticamente el bolsillo de los argentinos que no entendían el por qué de las determinaciones tomadas, nadie pudo explicarles, solo sabían que no podían llegar a fin de mes y que la nevera ya no se llenaba.
4. Corte de cuentas.Sí, hay que hacer corte de cuentas y hacerlo no significa vivir en el pasado. Es necesario contarle a la gente en qué estado se recibió una administración. Lo que no es aceptable es callar y tiempo después, cuando las cosas empiezan a salir mal, usar el monólogo de culpar al antecesor porque ya no convencerá.
5. Vivir en el pasado no hace futuro.Una cosa es hacer corte de cuentas, otra es vivir del pasado y cimentar su comunicación de gobierno en una constante comparación con el antecesor opositor. La estrategia del retrovisor no aguanta mucho tiempo y si no esta acompañada de cambios que de verdad generen impacto, terminarán por desgastar rápidamente la credibilidad de un gobierno.
6. Escuchar y hablar con los ciudadanos.Las redes sociales no son solo herramientas para notificar y reproducir información. Su verdadero valor en el campo político está en la interacción, la retroalimentación y la medición de la opinión pública. A los ciudadanos se les debe escuchar y con ellos se debe interactuar para generar más confianza y credibilidad.
7. Menos lugares comunes. Los discursos bonitos y esperanzadores tienen su tiempo y lugar, no sirven en todo momento. La ciudadanía espera contundencia, espera un líder decidido, que toma decisión, que es fuerte. Un líder asemejado al buen padre de familia que le guía.
8. Lo más importante es el contenido no la forma.Hay que entender que la comunicación gubernamental es distinta a la comunicación electoral. Son momentos distintos que suponen acciones muy diferentes. La comunicación gubernamental no se debe reducir a las formas bonitas e impactantes de contar las cosas, su eje central debe ser el contenido, la acción y decisión política.

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