Renunciar y ser feliz

No siempre empezar un ciclo significa que debas terminarlo, sobretodo si estás poniendo en juego lo más valioso que tienes, tu bienestar.

Algunos se preguntarán por qué no seguía escribiendo, hasta yo me lo pregunto casi todos los días, pero lo cierto es que recuperar la energía, la creatividad y hasta el equilibrio mental no es tarea que se cumpla en un sólo día.

Hasta hace muy poco estuve en un trabajo que me ilusionaba mucho, que impactaba mucho a la comunidad y con el que técnicamente me sentía cómoda, por el salario, por la actividades, los retos y los aprendizajes.

Mi cuerpo a pesar que estaba acostumbrado a altísimos ritmos de trabajo desde hace más de seis años, por primera vez dejó de responder, por lo cual empecé a generar unos síntomas que a pesar de ser conocidos nunca se habían presentado tan seguido y menos al mismo tiempo; se volvieron insoportables; los vértigos, mareos y migrañas, sin contar el descontrol hormonal y emocional que afectaron mi peso y mi interior.

No sería justo decir «es culpa de mi trabajo» de hecho, siento que la culpa es mía, tuya y de todos, por seguir adaptándonos a la fuerza o por necesidad a un ritmo de trabajo frenético y a una cultura laboral que no promueve el bienestar o la creatividad; La desmotivación generalizada me hizo entender que como empleadores debemos ser más humanos y como empleados más exigentes a la hora de defender nuestros derechos.

Muchos meses pasaron hasta que decidí atender el llamado diario que mi cuerpo me estaba haciendo de «ES HORA DE PARAR YA», para tomar la dificil decisión de renunciar, dejarlo todo por mi bienestar, en medio de una pandemia, del año de la rata, de cuotas de apartamento y sobre todo en medio de una sociedad donde te miran raro si eres un «desempleado».

Los síntomas previos a la renuncia

Este viaje hacia mi interior, mis intereses y lo que mejor seria para mí, me llevó a repensar mi estilo de vida, investigar y descubrir que factores/ consecuencias se estaban generando gracias a los altos niveles de presión que estaba viviendo y que de cierta manera no sabía y/o no podía controlar.

PD: Si haz sentido uno o más de estos siguientes «síntomas/reacciones» frente al estrés tal vez sea el momento que consideres ir al médico, al psicólogo o a renunciar para ser feliz. (Lo que prefieras pero hacer algo al respecto).

En mi caso particular, siempre vivo en medio del estrés y la incertidumbre del día a día, no obstante debido a los sÍntomas que tenía empecé a hacer una investigación un poco más profunda frente a una de las dolencias más comunes pero menos conocidas, como el trastorno de adaptación al estrés.

Con más de 12 horas diarias de trabajo, (algunas veces 14, 18 o incluso 20) el cerebro y el cuerpo entran en un estado de piloto automático donde no se siente hambre, sueño o incluso cansancio, generando diferentes tipos de desequilibrios en los niveles de cortisol, adrenalina, entre otros.

Según el Stanford Children Health Organization los trastornos de adaptación con frecuencia son una reacción negativa al estrés, se producen a cualquier edad y se presentan frente a diferentes situaciones personales o laborales.

El trastorno de adaptación constituye una serie de respuestas desadaptativas y muy intensas a un estrés continuo o severo (OMS, 2013) como estas que el doctor Carlos Jaramillo (el autor del Milagro Metabólico) destaca:

– Cansancio y somnolencia excesiva: Sensación de fatiga durante el día, el cuerpo se siente pesado y con poca energía. Las fases de desintoxicación a través del sueño son claves para equilibrar el cuerpo.
– Insomnio: el estrés, los altos niveles de cortisol y adrenalina que se producen durante la noche, generan falta de sueño, o despertarse repentinamente en la madrugada con mucha energía, estos hábitos NO se debe normalizar y debe tomarse con atención, sin descanso no hay salud.
– Calambres y espasmos: contracción de músculos, espasmos e incluso tics nerviosos se producen cuando el cortisol como dice el doctor Jaramillo, no se manifiesta de una manera adecuada, esto hace que el riñón no haga un balance entre el potasio y el magnesio generando inestabilidad para los músculos.
– Dolores de cabeza, ojos o migraña: el bruxismo, sobreesfuerzo visual y contracción de los músculos faciales se producen por el estrés emocional o laboral sumado a la alta exposición a pantallas que generan una alta excitación del cuerpo.
– Depresión, tristeza o ansiedad: La vida nos presenta circunstancias y retos que aprendemos a manejar de una u otra manera, cuando nuestra respuesta a situaciones (incluso a estímulos de poca presión) son negativas o implican fracaso, se presenta la frustración, tristeza e incluso una ansiedad/necesidad constante por dar la respuesta que todos esperan.

Me extenderé un poco en este último síntoma que me parece clave, para los que no saben el estrés es la duodécima causa de muerte más importante a nivel mundial según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Para mí, una verdadera pandemia.

Yo tengo 29 años y en los casi 7 que llevo trabajando nunca me había sentido tan desanimada, tan estresada, sin ganas y sin pasión por mis labores, viví una crisis casi de novios con mi ex-empleo, lloraba a diario y me acostumbré por muchos meses a una especie de amor y odio que no puedo explicar, lo cierto es que si no encuentras motivos para amar lo que haces, replantea lo que estás haciendo o busca maneras de hacerlo mas amable para ti.

Algunas conclusiones y recomendaciones

En mi caso particular no he sido diagnosticada con algún tipo de trastorno adaptativo al estrés, pero me llamó la atención ver que este mal puede dificultar o afectar de manera considerable las relaciones sociales, el manejo del tiempo e incluso generar cambios de peso, fatiga y estados de ánimo que pueden cambiarte la vida, afectar tus metas y propósitos.

Los que me conocen saben que hago ejercicio, rio mucho y que soy adicta al trabajo (en el buen sentido), amo estar activa y en mil actividades al tiempo, pero con esta nueva etapa mucho de eso empezó a cambiar y fue en ese momento que reaccioné.

Yo pude haber conservado mi empleo, mi estabilidad y todo lo bueno que implica tener un trabajo, pero el proceso de reconocer que por responsabilidad, palabra de honor profesional y dinero exponemos a nuestro cuerpo y a nuestro interior a una relación tóxica con algo que sabemos no le hace bien, para mí no vale la pena.

«..las personas que aprenden a exigirse tiempo de descanso ya sea en familia, solos o simplemente para dormir bien, son personas exitosas*

Muchos amigos o amigas, me llaman contándome que están insatisfechos, tristes, frustrados, por motivos que van desde la explotación, el acoso laboral, cultura, entre otras razones, lo que me hace pensar que el trabajo (en Colombia al menos) no está pensado para humanos sino para contratos o máquinas.

Mis recomendaciones sólo son 3:

1. Escucha y escúchate: tu ser interior y cada parte de tu cuerpo se conectan con lo que te gusta y te hace feliz, o al menos con lo que no te hace mal. No ignores los mensajes que te da tu parte física o emocional, tampoco hagas oídos sordos de aquellos que te aman y que conviven contigo y que también pueden verse afectados por tu estilo frenético de trabajo.
2. Comer, moverte y dormir: Lo pongo tan sencillo como comer 3 veces al día, caminar o moverte un poco, en mi caso amo correr, otros no hacen nada, meditan o salen en bici, el caso es respirar aire puro, tomar el sol para generar vitamina D, y dormir, dormir, dormir (así sea obligado).
   PD: Yo cuando vivía sola no comía y no dormía por trabajar, cuando me pasé a vivir con mi novio, mi rutina cambió, al yo ver que él almorzaba a la hora, o dormía antes de las 12 de la noche, empecé a tomarlo de excusa para yo retomar los hábitos básicos del cuerpo: alimentarse y descansar. (no es tan fácil como parece).
3. Ahorrar: un colchón financiero es lo único que te permitirá darte un tiempo fuera del trabajo, tomar decisiones en tu vida y para tu futuro sin la presión de no tener para vivir un mes sin empleo, el dinero es nuestro mejor aliado para tomarnos un descanso.

Finalmente te recomiendo que DESCANSES, que no te dejes agobiar por el estrés, maneja tu tiempo lo mejor que puedas y recuerda que las personas que aprenden a exigirse tiempo de descanso ya sea en familia, solos o simplemente para dormir bien, son personas exitosas no por su dinero o logros laborales, si no porque son personas que primero ponen su bienestar antes de todo lo demás.

¿Qué felicidad encontrarás si no tienes salud mental o física?

Con mucho amor para todos los que se sienten identificados, Laura Marcela.

Libros y otros recomendados:

• Máximo desempeño – Pablo Jacobsen (Busquen el podcast de él en su celular, buenísimo)
• El milagro antiestrés – Dr. Carlos Jaramillo (Sigan sus videos en Savy Nurtrition en Instagram)
• 21 días de meditación con Deepak Chopra (ideal para despertar)
• The Meditation podcast (Ideal para dormir)

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