Luto en la música andina con la muerte de Álvaro Villalba

Hoy Colombia se despierta con la triste noticia de la muerte de Álvaro Villalba, integrante del dueto “Silva y Villalba”, a sus 89 años.

Un grupo que quedará para la eternidad

“Silva y Villalba” era el dueto de Ricardo Silva, músico nacido en la ciudad de Neiva un 14 de noviembre de 1944, quien falleció en el 2018 a causa de un cáncer contra el que luchó durante más de una década y su compañero Álvaro Villalba, nacido en El Espinal (Tolima) un 21 de octubre de 1931, que ayer falleció a los 89 años, tal como lo confirmó su familia, tras luchar contra distintas enfermedades como la isquemia cerebral y la hipertensión.

Conformado en 1968, “Silva y Villalba” grabó más de 500 canciones de música andina colombiana de los más grandes compositores de nuestro país como Jorge Villamil y José A. Morales, del que ya escribí sobre una de sus canciones. Además de eso, el dueto se caracterizó por crear ellos mismos sus propias canciones, de las que se grabaron más de 100.

Puede que para los más jóvenes el nombre de estos músicos no les sean familiares, pero para nuestros padres y abuelos esta agrupación, junto a los legendarios “Garzón y Collazos”, son los referentes musicales de una bella época en la que los duetos predominaban en la interpretación de la música andina colombiana y eran escuchados a través de la radio por todos los rincones del país.

Me llevarás unido a tu recuerdo – Silva y Villalba

El fallecimiento de Álvaro Villalba da cierre a un largo capítulo glorioso en la música colombiana que inició en 1938 cuando Darío Garzón y Eduardo Collazos crearon su dueto que terminó en 1977 tras la muerte de Collazos un 23 de noviembre. A partir de ese momento, la responsabilidad de conservar este legado musical quedó a cargo de “Silva y Villalba” que por 25 años más siguieron grabando, creando y tocando a lo largo y ancho de todo el país para continuar interpretando canciones de nuestra tradición musical de un país que hoy, con tristeza, se da cuenta que ya no queda con vida ninguno de los integrantes de estas dos agrupaciones.

Aunque este capítulo se haya cerrado, esto no significa que la música andina colombiana deje de escucharse, crearse o grabarse. En Santander, y con mucho orgullo hay que decirlo, ha habido, hay y con el paso de los años veremos más exponentes que continuarán con este bello legado lleno de pasillos, bambucos, guabinas y torbellinos que han y seguirán acompañando por generaciones a todos los colombianos.

Para terminar, les invito a escuchar en las voces de «Silva y Villalba» el bello pasillo Espumas del médico y compositor huilense Jorge Villamil.

Comments

comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.