¿Quiénes son los responsables de esta crisis?

  1. El país está ardiendo, hay un descontento generalizado anti sistémico que estalló en la cara de un gobierno advertido con antelación de lo que podía suceder y que ha manejado las situaciones con total mediocridad. Un gobierno junior, inexperto, arrogante y poco estratégico, que no se siente y brilla por sus torpezas. Un presidente sin gobernabilidad, sin liderazgo. Un gobierno que vive en una burbuja y no sale a la calle, uno que desde el primer día no pudo conectarse con el pueblo. 

2. Hay un escenario pre electoral que no permite que los líderes sean sensatos. Una oposición que dice estar del lado de los pobres y la clase media los toma como títeres para capitalizar unos votos de cara a las elecciones del próximo año. Los políticos buscan popularidad en vez de hacer lo correcto, han construido sus relatos desde el odio y la indignación trasmitiéndonos emociones que no son más que estrategias electorales. Construyeron un ambiente tan pesimista que no nos deja ponernos de acuerdo; un boomerang que se les devolverá en la cara cuando ellos gobiernen.

3. La fuerza pública quebró a patadas la confianza con la ciudadanía. Un país con problemas agudos de seguridad como el nuestro se dio el lujo de romper relaciones con su fuerza pública. En una época oscura los militares asesinaron a la ciudadanía, suficientes razones dieron al pueblo para que hoy rechace a los miembros de su fuerza pública, incluso sin clemencia alguna de quienes intentan hacer su trabajo con honor y responsabilidad.

4. Unos vándalos han deslegitimado la protesta, sometieron al miedo a la ciudadanía y han desdibujado los reclamos. La gente se debate entre pedir orden o respaldar la protesta. La última vez el comité del paro inició con diez puntos prioritarios a resolver, pero cuando fue convocado a dialogar llegó con 104 propuesta que rayaron en la burla. A todos nos dio vergüenza, a todos nos dio tristeza, una vez más nos frustramos.

5. 21 millones de pobres tiene Colombia. Los esfuerzos hechos en los últimos 12 años se fueron al traste acelerados por una pandemia. Nadie quiere meterse la mano al bolsillo porque cuando hay una tributaria mágicamente todos somos pobres. Una clase política corrupta burló la confianza de los contribuyentes. Una sarta de muchas mentiras nos impide ver que, para salir adelante, nos toca a todos poner de nuestra parte.

6. Una historia de necesidades básicas insatisfechas ya no se puede esconder debajo del tapete. ¿y mientras tanto? Una ciudanía enfrascada entre la adoración y el odio a dos lideres no puede ponerse de acuerdo. Un pueblo que no se tolera se indigna selectivamente por lo que sus sesgos le permitan. Nos dejamos coger de marionetas de unos cuantos que nunca resolvieron los problemas.

7. Dejamos las decisiones en manos de unos pocos que históricamente han demostrado su incapacidad. ¿Quiénes son los responsables, ellos o nosotros? El país está ardiendo y mientras tanto dejamos seguir pasando por alto el único y más poderoso recurso que nunca hemos aplicado: el consenso ciudadano.

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