¿Bloquear o no bloquear? Esa es la cuestión.

La tecnología va más rápido que la legislación, por eso vale la pena referirse al debate que últimamente se ha abierto sobre si las personas naturales o jurídicas que cumplen funciones públicas pueden o no bloquear a usuarios en redes sociales. Especialmente en Twitter, que es por excelencia el espacio de información y conversación política.

Para mí la respuesta es no. Ninguna persona que cumpla funciones públicas y tenga en posesión o bajo su control información pública debería si quiera llegar a pensar en bloquear ciudadanos en redes sociales, si estas las ha destinado para ser un canal de comunicación y publicación de su gestión y la información que genera en desarrollo de su labor.

En Colombia el acceso a información pública es un derecho fundamental. Informarse es un ejercicio básico para la toma de cualquier decisión, ya sea individual o colectiva. La información pública es un bien público y el acceso a la misma permite el desarrollo de otros derechos.

Si se bloquea a un ciudadano, se obstaculiza su derecho al acceso a información y se le pone en una situación de desigualdad frente a las demás personas que si pueden acceder libremente a la misma. El acceso a esta información es clave para la participación ciudadana, el control social, la veeduría, es aliada de la transparencia y fortalece la legitimidad del Estado. Por eso la política de datos abiertos ha cobrado especial relevancia en los últimos años y es una práctica recomendable para una buena gestión de la comunicación gubernamental.

En Colombia hemos puesto a funcionar el Gobierno Digital y las redes sociales se han convertido en los principales canales de comunicación entre la gente y el Estado. Estas herramientas empoderaron al ciudadano. A través de ellas se interactúa con funcionarios y servidores públicos. Hace años era muy difícil comunicarse con un congresista, con un ministro, incluso con el mismísimo presidente. Las redes sociales lo hicieron posible. Y la forma en que se da esa dinámica de comunicación determinará la confianza y la imagen que se hace la gente sobre determinada figura política o entidad púbica.

La misión de la comunicación gubernamental es generar consensos. Si se logra, viene la aceptación, el respaldo y la consolidación del ambiente para gobernar. Bloquear a un usuario de Twitter, es generar de entrada rechazo a un ciudadano por sus posiciones, por sus criticas, por su ideología, entre otras razones. Es enviarle un mensaje equivocado a la gente al decirle: no importas, tus opiniones no tienen valor por eso no las leeré, te omito, no cuentas. Además, de vulnerar su derecho a la libre expresión, este último argumento fue el utilizado en EEUU para obligar al presidente Trump a no bloquear a usuarios desde su cuenta de Twitter.

La práctica de bloquear no consolida la relación en la comunicación gubernamental, la rompe, aumentando el nivel de disenso y rechazo sobre la gestión. No suma, por el contrario, resta. Entonces, ¿Para qué hacerlo?

Recuerden que el objetivo del ejercicio público es servir a los demás y no servirse a si mismo. Por eso, para asumir estos cargos se necesita una vocación especial y entender su responsabilidad que es que con cada decisión que se toma se impacta positiva o negativamente a cualquier ciudadano. Ejercer un cargo público no es ejercer poder sobre los ciudadanos, es trabajar para ellos. Habrá días es que se les criticará, en que no logren tener de su lado la opinión pública, y existirán situaciones en que se le acusará injustamente con mentiras y calumnias; en este último caso, el funcionario debería acudir a la justicia y pedir la rectificación amparando el derecho al buen nombre, pero nada de esto justifica impedir el acceso a la información pública.

Así que si Usted es una persona con funciones públicas o asesora a quienes tienen esta condición, absténgase o recomiéndele no bloquear a los ciudadanos en redes sociales, si está usando este medio para publicar información pública. No demorarán en iniciar las demandas que sentarán un precedente en materia, mientras llegamos a un nivel de sociedad digital capaz de autoregularse.

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  1. Gracias cada dia por ayudar a generar opinión, cada dia me alegra más el haber encontrado tus publicaciones.

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