Aprender a decir no para sonreír

Prospect Park, Brooklyn NY – Feb 2021

Decir no a cosas que no te hacen feliz, es un sí para ti; No quiero este contrato porque quiero tiempo para mí, no quiero volver a Colombia porque en este momento mi tranquilidad es aquí. 

Hoy en la Estación Metropolitana Avenue, en medio del Súper Bowl, en invierno, sola, esperando el tren, he vivido un momento de esos que se congelan en el tiempo.

Un chico de unos 25 años con una guitarra en mano, está tocando una canción que se ha conectado con mi espíritu aunque mi mente no la reconoce, y en mis manos un hermoso libro de Isabel Allende, una autora que amo al igual que la persona que me lo regaló.

Hay momentos que se congelan, que te congelan, momentos que por su sencillez no se pueden olvidar. 

Hoy, a pocos días de empezar el mes de febrero del 2021 acepto y agradezco una nueva ciudad, una vida nueva que no necesitaba pero que busqué, una rutina que no entiendo pero que quiero

Desde el 28 de diciembre que llegué a este país viví en negación, con el corazón medio roto, acompañada por otra despechada que al igual que yo se embarcó con una sola maleta en un avión rumbo a una ciudad que conocíamos, pero en la que nunca habíamos vivido.

De Nueva York se dicen muchas cosas, la gran manzana, concrete jungle, la capital del mundo, pero para mí una ciudad más, gris, llena de cosas diferentes, bueno… edificios más altos de lo normal y muchos contrastes, que inicialmente no conectaron conmigo.

Me tomó un mes y un poco más reflexionar…obligada un poco a soltar, a decir que no, a rechazar algunas oportunidades laborales que sabes que no vuelven, pero que al final te hacen sentir más fuerte.

Siempre me ha costado decir no, yo le digo si a todo, al trabajo desenfrenado, al mar, al amor, al desamor también, al perdón, al cambio, a todo “SÍ A TODO”, pero este año digo NO.

NO a las cosas a medias, no a una calidad de vida que no conecta con mi esencia, no a los planes, no a las expectativas, NO a las comparaciones.

Decir no es un arte, en la vida nos enseñan a sonreír, a saludar, a decir sí mamá, sí papá, sí amigos, sí novio, sí jefe, sí esposo, sí hijo.

Y el no por nosotros, no gracias, quiero estar en casa; no tengo sueño; no, no me gustas; no, no quiero tener nada contigo; no quiero bailar contigo, no te amo, no ya no quiero estar en esta relación; no ya no quiero este trabajo; NO, no me voy a rendir.

El no es tan positivo como el sí, el no para mí fue un nuevo camino, un nuevo estilo de vida, claro, hay cosas a las que no puedo decir no, como la comida, un viaje o a mi familia.

Pero decir no a cosas que no te hacen feliz, es un sí para ti; No quiero este contrato porque quiero tiempo para mí, no quiero volver a Colombia porque en este momento mi tranquilidad es aquí. 

Hoy me perdí en el metro (de nuevo), y tuve tiempo de leer mi libro «Mujeres del alma mía» sola, con tiempo, cuando ese placer se combina con el de un músico tocando y cantando, te llega al alma. El espíritu agradece momentos humildes, de soledad, de mente en blanco, de disfrute.

Hoy con libro en mano y el tipo cantando dije, que bien decir que sí, pero por ahora digo NO, a cambio mi tranquilidad, mi vida, mi presente, NO volveré mañana, no sé si la otra semana, el hoy NO volverá, estar soltera, en silencio, enfiestada, pero también calmada, leyendo, bailando y corriendo sólo me pasa hoy no sabemos mañana. 

Si eres de los que dicen no o si a todo, o si tienes una historia por contar, escríbeme a lauraforerocomunicacion@gmail.com o sígueme en Instagram como @lauraforerocomunicacion

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2 comentarios

  1. Genialidades mi bella Laura. La vida es eso, un trasegar, un viaje del héroe. Estas ante nuevos retos, nuevas metas, nueva vida, todo distinto. Llenas tu vida de nuevos aprendizajes, y entre ellos aprender a decir no, que es también una respuesta. Soltar y volar, haciendo lo que te plazca y además, te haga feliz. Abrazo fraterno querida!

    1. Gracias trinis!

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