La Danza Oriental aporta grandes beneficios para la salud física y emocional de quien la practica, así como el Yoga y el Tai-Chi.
Danza Oriental, en árabe ‘Raks Sharki’, es conocida popularmente como la Danza del Vientre; ya que se originó en el Medio Oriente como una forma de culto a la fecundidad e involucraba los músculos del abdomen y la flexibilidad de la cadera.
A pesar de que es muy común asociar la danza del vientre con el mundo erótico, es importante resaltar su sentido como medio idóneo para propiciar la unión entre el cuerpo y el espíritu como vía de exaltación femenina, relacionada con la belleza, la fecundidad y la concepción.
La danza del vientre está basada en la idea de continuidad y fluidez. Es por ello que predominan los movimientos suaves y ondulatorios, combinados con vibraciones rápidas y marcadas.
Es una danza en la que participa todo el cuerpo, aunque la mayor parte del movimiento se localiza en las caderas, los músculos del abdomen y la pelvis. Esta danza se baila con los pies descalzos, para facilitar la conexión con la tierra.
Esta danza, permite conectar con el propio cuerpo y desarrollar las posibilidades expresivas de las personas. Por ejemplo, en la mujer esta danza conlleva a que tome conciencia de su feminidad y fuerza.
Los beneficios que aporta la práctica de Danza Árabe son de dos tipos:
Relativos al desarrollo físico:
- La danza fortalece la musculatura de todo el cuerpo, en especial la zona abdominal y pélvica, junto con glúteos, piernas y brazos.
- En ella se corrigen las posturas y se mejora la alineación del cuerpo (de la columna vertebral, de las piernas, de las rodillas y la basculación de la pelvis).
- Gracias a sus movimientos circulares y ondulantes mantiene elástica la columna vertebral, sobre todo en la zona cervical, lumbar y cintura escapular.
- Permite desarrollar mayor flexibilidad articular y el fortalecimiento óseo.
- Mejora los procesos fisiológicos propios de la mujer, aliviando los síntomas de la menstruación y la menopausia y compensando el proceso de descalcificación y osteoporosis.
Relativos al desarrollo mental:
- Fortalece la autoestima y la confianza, en un proceso de autodescubrimiento y auto aceptación de su feminidad.
- Aprenden a buscar la misma satisfacción del esfuerzo y recogida de sus frutos en cualquier campo de la vida.
- La danza del vientre permite conectar con el propio cuerpo y desarrollar las posibilidades expresivas de la persona, lo cual lleva a la participante a desinhibirse y vencer barreras psicológicas como la timidez.
- Permite desconectar de las tensiones y problemas.
- Aprender pasos ayuda al desarrollo mental e intelectual.
Carolina Valdés
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