Lo que se ve y lo que no se ve: una visión del aislamiento -Parte II-

Muchas empresas y emprendedores tienen parada su actividad comercial por el aislamiento. Grandes empresas como Cine Colombia, Arturo Calle, entre otras, decidieron pagar a sus empleados los salarios de los días de cuarentena a pesar de haber parado su producción. Para muchos de nosotros esto ha sido un acto noble y valeroso en estos momentos pero… ¿Cuánto tiempo se puede sostener esa situación? Quizá algunas empresas tengan el capital suficiente para mantenerse, pero quizá los ahorros de muchos alcancen solo para un mes y allí es donde encontramos lo que no se ve de esta situación.

Dentro de las industrias creativas y culturales tenemos un problema en este momento: muchos de los emprendimientos pertenecientes a este sector están totalmente paralizados por varios motivos, entre los que podría mencionar algunos como: proveedores de materias primas que no están trabajando, empresas de envíos que están transportando solo cosas de primera necesidad, procesos de maquila frenados y aumento en tiempos de producción.

Es muy fácil para muchos decir “paremos la economía durante tres meses ya que la salud está primero”, pero no entienden que sin economía no hay salud, sin salud no hay economía y que lamentablemente, el desarrollo del país se frena si los emprendedores y empresas no producen bienes y servicios que generen valor y movilidad de los capitales. No hay ayudas que valgan porque al final, estas  terminarán siendo recuperadas mediante impuestos que asfixiarán al pequeño y mediano empresario; recuerden que el gobierno no es productor de bienes de capital: es solo una entidad que rige mediante la ley a quienes generan verdadero desarrollo en la sociedad.

No debemos escoger entre la economía o la salud, porque cualquiera que perdamos afectará a la otra de manera significativa. Existen muchas posibilidades mediante las cuales podemos mantener el flujo de trabajo y el económico: ¿Por qué no hacer aislamientos clínicos? Se podría permitir que proveedores vendan sus productos y ofrezcan sus servicios desde sus talleres o puntos de venta con algunas restricciones, evitando así que muchos de ellos se vayan a la quiebra, y como en el efecto dominó, también esto arrastre a quienes dependen directa e indirectamente de su trabajo.

Espero que durante esta cuarentena los gobiernos aprovechen para tomar las medidas necesarias, no solo para afrontar el problema de salud pública, sino que también se flexibilicen las normas laborales, entre el trabajo por horas en discusión, la reducción de impuestos y cargar al empresario y por supuesto menor regulación a los sectores productivos de nuestra sociedad.

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