Naranja o no Naranja: esa no es la cuestión.

Los últimos días he leído en diversos medios y redes sociales sobre la salida de UBER del país. Bueno, quiero hoy con esta entrada, dejar claro el concepto de economía colaborativa, el cual es muy diferente de lo que es la economía naranja (o como debemos llamarla en realidad: industrias creativas y culturales).

Uber y la gran mayoría de empresas que tienen o han tenido como premisa “lo que es mio es tuyo” no hacen parte de las industrias creativas y culturales. Si bien Uber es una plataforma digital y estas junto a los software, hacen parte de las industrias creativas y culturales ¿por qué no es «naranja»? Porque esta empresa y similares enfocan su modelo negocio en conectar personas que, de manera voluntaria, brindan un servicio al otro, más no se dedican a  crear y vender productos digitales para terceros.

Por eso a continuación hablaré sobre qué es economía colaborativa, cómo nace y porqué es importante entender este concepto.

A finales de los años noventa, surge un movimiento que tuvo su inicio gracias a la crisis financiera de 2008. Dicho movimiento se basa fundamentalmente en un precepto, muy bien explicado por Rachel Botsman en su libro “What’s mine is yours”. Sí, ese es nuestro precepto: “lo que es mío, es tuyo”.

Este movimiento que ha tomado el nombre de “Economía colaborativa”, tuvo sus orígenes en pequeñas ideas, en pequeños momentos en los que las personas vieron una oportunidad de obtener ingresos y por ello aprovecharon a uno de los grandes inventos que ha cambiado la forma de comunicarnos. el internet, o lo que se conoce como “World Wide Web”.

Uno de los mejores ejemplos de economía colaborativa, existe gracias a una simple falta de cupos en hoteles para una convención. A un grupo de personas se le ocurrió la idea de rentar habitaciones por medio de la web y permitir que se conectarán varios individuos al tiempo, tanto para ofrecer el servicio, como para adquirir un lugar donde hospedarse. De esta forma nace “AIRBNB”. Otro ejemplo: la creación de Uber…un simple Tweet dio inicio a esta aplicación.

Se podrían seguir dando ejemplos, pero mejor hablar de lo más impactante… y es la manera como grandes compañías han basado su modelo de crecimiento en la economía colaborativa, la cual tiene tres características fundamentales de las que hablaré a continuación. 

LA ADAPTACIÓN AL CAMBIO: Estas compañías son eficientes al adaptarse a las necesidades de las personas y las necesidades de la economía general.

PERMITEN TRANSFORMAR PASIVOS EN ACTIVOS: Muchos se han visto beneficiados por esto. ¿Por qué? Sencillo: normalmente nuestros carros, casas o implementos del hogar como taladros o herramientas, son bienes que no ponen dinero en nuestros bolsillos, únicamente generan gasto. Quienes han aprovechado esta nueva tendencia, han logrado sacar provecho a esto: ¿tienes una habitación en casa que no usas? ¿por qué no la pones en Airbnb y generas dinero con ella? ¿Usas tu carro únicamente para ir al trabajo y gastas más en gasolina y en el mantenimiento que en transporte? ¿Por qué no usar los ratos libres para solventar estos gastos prestando servicio en Indriver, Didi, Beat o Cabify? ¿Tienes alguna herramienta que uses solo de vez en cuando como taladro, libros o batidora?, ¿Por qué no crear una cuenta en swaptree e intercambiar esta herramienta con personas que estén buscando algo que tú quieras a cambio? 

Gracias a los avances tecnológicos, hoy en dí podemos encontrar a tan solo un click lo que necesitamos. Todos estos avances y procesos disruptivos nos permiten avanzar como sociedad y generar desarrollo desde las ideas. 

DINAMIZA LA ECONOMÍA: Sí, la dinamiza y bastante. Estas compañías permiten a más personas tener más ingresos y por teoría económica, sabemos que si hay muchos consumidores y personas activas económicamente, una nación puede ser próspera. Si las personas no tienen empleo, pero tienen la posibilidad de ofrecer sus bienes o servicios mediante una de estas plataformas y generan ingresos, ¿quién gana?

En el mundo han nacido un sinnúmero de ideas colaborativas, las cuales, desde su creación han tenido crecimientos impresionantes. A continuación se muestran algunos ejemplos de un libro que me encanta y que mencioné antes en este artículo “What is mine is yours” (Botsman and Rogers, 2011):

  1. Bike Sharing: En sus primeras seis semanas, se realizaron un poco más de 500.000 viajes. (Barclays Cycle Hire)
  2. Zilok: el líder de intercambios “persona a persona”, desde su creación (octubre 2007, hasta el año 2010) tuvo un crecimiento del 25%.
  3. Bartercard: movió 2 billones de dólares en materias primas y servicios entre empresas, este fue el crecimiento entre los años de 2009 al 2008 (fue del 20%).
  4. Zopa: el primer mercado de prestados “persona a persona”. Se realizaron préstamos por más de 100 millones de libras entre los miembros, únicamente entre Marzo de 2009 y Marzo de 2010.
  5. Freecycle: se han “regalado”, o más bien, reutiizar entre los miembros de la web más de 12.000 items.
  6. Whipcar: la primera red que te permite compartir el carro con tus vecinos. En sus primeros 6 meses tuvo un poco más de 1000 propietarios de vehículos compartiendo con sus conocidos. 

Son muchos los ejemplos de compañías que se han creado basadas en una necesidad económica y esto ha permitido que las personas involucradas en esta “nueva economía”, sean pequeños emprendedores. Y sí, “nueva economía” así entre comillas porque se basa en algo que el ser humano ha realizado toda su vida que es el intercambio o el trueque. 

En conclusión, la economía colaborativa permite tener acceso rápido a bienes y servicios sin necesidad de pasar por entidades centralizadas. En esta nueva economía, la moneda más importante es la confianza que se genera día a día, con personas, empresas.

Nos vemos en una próxima entrada donde hablaré sobre la diferencia entre emprendimiento, empresas y startups.

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