En el proceso de aprendizaje buscamos afianzar los conocimientos que adquirimos día a día por medio diferentes técnicas y herramientas de estudio, encontrando entre estas a la gamificación, la cual permite trasladar la dinámica del juego a contextos más educativos para motivar el interés del estudiante y el espíritu de la sana competencia.
Premiar los logros alcanzados es la mecánica que implementan ya algunos docentes, aplicaciones y plataformas educativas para que los estudiantes obtengas una experiencia de aprendizaje más significativa.
Gamificar no consiste solo en diseñar, crear o implementar un juego, se trata de integrar un sistema de recompensa al proceso de formación con unos objetivos establecidos. Entre las dinámicas más comunes se encuentran las evaluaciones interactivas, las cuales al obtener los resultados esperados le permite al estudiante acumular puntos, aumentar de nivel, superar misiones o desafíos y así mismo identificar aspectos a mejorar.
Premiar el avance es una estrategia educativa que se ha utilizado por años al asignar una puntuación o nota a las evaluaciones que presentan los estudiantes. Con el desarrollo de la tecnología, este proceso se ha hecho más interactivo y ha permitido obtener mejores resultados en aspectos como la participación, motivación, compromiso y por supuesto en las calificaciones.
¿Cómo gamificar para educar?
Tanto docentes, como padres de familia e incluso los mismos estudiantes pueden implementar esta herramienta con los siguientes pasos:
- Establecer objetivos de aprendizaje, como por ejemplo, adquirir un nuevo conocimiento, habilidad o competencia.
- Identificar el tipo de juego o dinámica que se ajusta más al objetivo y al estilo de aprendizaje del estudiante, entiendo sus normas y elementos de juego.
- Premiar el avance del estudiante para motivar su interés y garantizar su continuidad.
- Evaluar y retroalimentar el desempeño en busca de aclarar dudas.
Se cree que el juego es un factor distractor en el aprendizaje, pero si este se alinea a los objetivos de formación, será el estudiante quien participe activamente y se interese por su formación, ya que como dice el experto en gamificación y fundador de Nationalgames Juan Pablo Pinto «La gamificación es gasolina para el cerebro, mejora la concentración y estimula el aprendizaje «.
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