¿Cómo gobernar en la oposición?

Generalmente se habla de las relaciones existentes entre los ciudadanos y los gobiernos, quienes son los principales actores de la política democrática, estableciendo medios para reducir la brecha entre ellos y cumplir de forma adecuada las encomiendas del pueblo.  

Gustavo Petro llega al poder el pasado 19 de junio, con más de 11 millones de votos, y con una diferencia de aproximadamente 700.000 sufragios, lo cual en términos objetivos no es un resultado contundente, no es un abismo que demuestre una tendencia política unánime y bueno, de esto también se trata la democracia, de tener la libertad de elegir y que dichas elecciones permitan la convivencia pacífica de todos los actores. (Para esto, creo que es importante contar que aun con los fallos y errores que la democracia ostenta, considero es la mejor forma de gobierno, la forma de gobierno de las mayorías o los muchos, palabra que ha sido fuente de debate y múltiples discusiones, sin lograr una definición única e inequívoca, que por sus raíces sería definida como el “gobierno del pueblo”, o “por el pueblo”, que enmarca “todos los regímenes que se distinguen por la garantía real de la más amplia participación política de la población adulta… y por la posibilidad de disenso y oposición”, es la forma de gobierno que ha materializado cambios, que ha cristalizado la participación de la ciudadanía y ha permitido que se establezcan diálogos para alcanzar objetivos comunes, insisto con sus fallos y aciertos).

En consecuencia, ¿Cómo gobernar en la oposición?

El Pacto histórico gobernará con un Congreso evidentemente dividido, una oposición con múltiples líderes, representadas en su momento con la marca, “Cualquiera menos Petro”, que hizo que una persona con fuertes vacíos éticos por no darle más protagonismo a su opositor, llegara a una segunda vuelta presidencial con altas probabilidades de elección.

Figura 1. Elecciones Senado, 2022

Fuente: El país, 2022.

El primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, tiene el reto de generar un sistema de gobierno en el cual los gobernantes trabajen mancomunadamente para lograr el bienestar de los ciudadanos y su tejido social, respetando y mejorando los elementos existentes de la vinculación entre ciudadanos y gobiernos en dicha política democrática como lo son las elecciones, las representaciones y la rendición de cuentas. Qué la competencia sea sana y la cooperación de sus representantes electos una acción y una realidad. De igual manera no es posible obviar la historia de Colombia, enmarcada por la violencia, los intereses individuales, la corrupción y en general la guerra que ha sido detonante de la situación precaria de un porcentaje de la población, por lo que el reto y la necesidad de acompañamiento a nuestro nuevo presidente es grande, osada y ambiciosa.

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