La protesta colombiana, vista desde la teoría

La protesta colombiana, vista desde la teoría

A propósito de las recientes marchas en el país, surgen muchos interrogantes, por ejemplo, ¿por qué la gente participa políticamente? ¿Por qué hay movilizaciones, protestas y movimientos sociales?

La comprensión de la acción y la movilización política suele quedar enmarcada en una prescripción normativa: “en pro del ‘bien común’, el ‘bienestar colectivo’, o la ‘provisión de bienes públicos’ las personas y los grupos deben participar, actuar, movilizarse”. En realidad, si explicamos estos elementos en territorio colombiano, la razón de por qué las personas y los grupos participan políticamente, se movilizan y demás, obedecería a una respuesta de la insuficiente capacidad del Estado.

La movilización social en Colombia ha sido constante, manifestándose desconcierto e inconformidad en cuanto al desempleo, informalidad, violencia, delincuencia, ausencia de infraestructura, represión estatal, y otros problemas que aquejan cotidianamente a la población. Teniendo en cuenta las recientes marchas, se puede identificar el papel de la identidad colectiva, que como plantea Tarrow, es el punto de inicio obligado, y es propiedad básica de los movimientos sociales (Tarrow, 1997, p. 21). Diferentes autores, plantean que la marcha es natural a la especie humana y aunado a ello, es un derecho fundamental.

Desde la teoría, “un movimiento social es una serie mantenida de interacciones entre quienes ostentan el poder y personas que afirman con credibilidad representar a grupos desprovistos de representación formal, en el transcurso de la cual esas personas plantean públicamente exigencias de cambios en la distribución o el ejercicio del poder, y respaldan esas exigencias con manifestaciones públicas de apoyo” (Tilly, citado en, Tarrow, 1983, p. 68).  Esta no la primera ocasión en que un grupo numeroso de personas en nuestro país, buscan suplir sus necesidades básicas y apremiantes, en este caso, la derogación de una irracional reforma tributaria.  

Este movimiento social tiene características específicas, lo que ayuda a establecer que los individuos participan políticamente y se movilizan como un medio de respuesta a sus necesidades. De igual forma la gente participa políticamente debido a que en la realidad social se presentan oportunidades políticas. “Los principales incentivos para la creación y difusión de los movimientos se encuentran en la estructura de las oportunidades políticas.” (Tarrow, 1994, p. 316). Es decir que, debido a la ausencia del Estado, como garante del bienestar de la población, reflejado en su ausencia, deterioro, y escaso mantenimiento de las vías que permitan el traslado de las personas de la comunidad, que sería la oportunidad política, y como menciona Tarrow “al contrario que el dinero o el poder, puede ser explotado por luchadores débiles y desorganizados” (Ibid, p. 316), se genera un grupo antagónico al poder, donde los actores sociales ejercen una acción colectiva. Este momento de debilidad, es aprovechado por el movimiento, que externaliza su situación en búsqueda de soluciones, por medio de la protesta. Esto puede en cualquier caso tener como resultado una reforma política o un cambio tangible de intenciones políticas (nuestro caso), logrando así que las necesidades que pertenecía a una identidad colectiva sean resueltas.

Se pueden analizar las movilizaciones, protestas y movimientos sociales como actos o formas sinónimas, que encajan en los llamados ciclos de protesta. Las fases contempladas en tales ciclos de protesta incluyen el nacimiento del movimiento, su desarrollo, auge, recesión, y crisis, donde cada uno presenta características específicas, que pueden contribuir a que el movimiento tenga éxito o no. Otro concepto que se presenta es al llamado por Tarrow como madrugadores, que son por ser llamados de alguna manera los creadores, y por qué no los visionarios de esas oportunidades políticas, haciendo evidente los puntos vulnerables que giran en torno del rector de desarrollo, el Estado. De igual forma son agentes sociales, que toman en cuenta los cambios más anhelados y trabajan por ellos, siendo: “la apertura del acceso a la participación, los cambios en los alineamientos del gobierno, la disponibilidad de los aliados influyentes y las divisiones entre las elites” (Tarrow, 1997, p.156).

 El aprovechamiento de estas oportunidades políticas, son herramienta de dichos madrugadores para crear otras oportunidades políticas, todo se mueve dentro del estado. Se generan en el momento en que el Estado no tiene la capacidad de garantizar las acciones que le corresponde como garante de bienestar, es decir el aparato político presenta ausencias, y vacíos complejos, que requieren ser satisfechos, lo que genera una oportunidad para que un grupo antagónico demande, este grupo antagónico con una serie de estrategias como acción social, acción colectiva, entre otras, que tienen que ver con su permanencia van a terminar incidiendo en la sociedad, ya que van a sembrar primero una preocupación social y probablemente sobre todo a largo plazo una reforma política, que no es posible producirse en el terreno inmediatamente, en el caso particular, fruto de las fuertes protestas el gobierno decide retirar el polémico proyecto que incluía un aumento de los impuestos sobre la renta y productos básicos, lo que LEGITIMA EL PAPEL DE LA PROTESTA SOCIAL, en un territorio de evidente desigualdades sociales y económicas, donde la figura positiva del Estado ha perdido fuerza. A la par de esta buena noticia, el Estado debe dinamizarse, porque no es una figura estática (Aunque parece), por lo que debe garantizar el reconocimiento de los derechos de su población. Las necesidades básicas no se resuelven con dádivas, ni promesas de terceros, este problema coyuntural requiere acción humana, de los afectados en primera y obligatoria instancia (Como está sucediendo), dando así total importancia a los movimientos sociales, como también de los sistemas superiores conscientes, que trabajen aunadamente y olviden el sometimiento al cual siempre están condicionados. El individuo debe actuar bajo el reconocimiento de su poder como agente social de cambio y transformación.

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1 comentario

    • R Eduardo el 13 mayo, 2021 a las 12:43 pm
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    Realmente es sorprendente la ingenuidad intelectual del editorial, si realmente tenemos problemas que arreglar, como cualquier país en el mundo , las personas que hemos tenido la oportunidad de ampliar nuestra visión viviendo en muchas pairs entendemos que siempre hay cosas que mejorar, pero el oscurantismo de nuestro pueblo manejado por una ideología de clases no lleva a la solución , lleva al fracaso y restricción del país.

    Realmente espero que, esta sociedad sea un poco más inteligente en la forma de manifestar su descontento , tienen todo el derecho , pero no se dejan manipular de los medios, personas o políticos , los derechos de unos van hasta donde empiezan los derecho de los demás

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