Pasos elevados viaducto de la Novena (promesa de las 2 últimas administraciones), Metrocables de Morrorico y al Aeropuerto hicieron parte en Bucaramanga de la bandeja de promesas pre electorales e incluidos como parte de los megaproyectos que jugarían con el Sistema Integrado de transporte masivo (SITM), propuestas que no superaron la etapa de estudios de prefactibilidad para incluirlos en el “plan de desarrollo municipal”.
Sobre la marcha la actual administración ha soltado al calor de pasajeras emociones propuestas como la de convertir a la ciudad de los nombres mitológicos como ciudad de los parques, la más limpia de Colombia ( de oportunidades de trabajo?) en la reluciente tacita de plata y centro empresarial internacional por excelencia.
Los pasos elevados (ni deprimidos hacen parte del inventario de realizaciones), la licitación del atirantado viaducto de la novena, fue declarada desierta, acertando en tal decisión al no cumplir el único proponente con los requisitos exigidos; sin que se haya abierto la nueva licitación de una obra necesaria y muy sentida por los bumangueses.
Al ritmo actual no veremos obras que permitan recordar a la administración que bajo el slogan de Empresa de todos nos vendieron con la idea de entregar su manejo a un alcalde con perfil empresarial, pero paradójicamente por obra y gracia de quienes así lo proponían se ha convertido en una de las ciudades donde más se dificulta hacer negocios, precisamente porque durante los 3 años que han transcurrido desde su posesión, se han inventado múltiples reformas en los trámites e impuestos, que otras ciudades han obviado atrayendo inversionistas y motivando la creación de empresas. Las licencias para construir nuevos almacenes demoran más que en ciudades más pequeñas en el país. Será ello una de las respuestas cuando nos preguntamos, porqué nos aventajan ahora Cúcuta, Valledupar e incluso dentro de Santander Barrancabermeja y San Gil cuyo desarrollo armónico apoyado en el turismo genera empleo estable a un mayor ritmo que el nuestro hecho que se viene replicando en poblaciones cercanas como Pinchote y Curití, incluso en la vía San Gil Charalá donde los desarrollos turísticos están dentro del orden del día y como coloquialmente decimos “sin dárselas”.Mientras acá vemos los escasos espacios construibles esperando para iniciar obras diferentes a estaciones de servicio.
Increíblemente somos los electores quienes reclamamos se cumpla, pues los partidos que dieron su aval a los candidatos para alcaldía y al inoperante pero bien remunerado concejo municipal, nunca se dejan ver exigiéndoles cumplan con su palabrería, hecho que igualmente se repetirá con los parlamentarios que hoy se someten al escrutinio popular y que en el período para el cual fueron electos terminaron encarcelados o investigados por conductas non sanctas, algunos de los cuales repiten intenciones directamente o por interpuesta persona, hijos o esposas como si los partidos se heredaran, de ahí que el voto en blanco a manera de protesta es la mejor opción para no sentirnos defraudados por quienes nos creen sus incondicionales fans a quienes nos saturan con su bla bla blá cargado de fantasías.
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