INCULTURA CIUDADANA

Un análisis objetivo de los males que nos aquejan y van en detrimento de la calidad de vida de Bucaramanga, concluiría que antes de asignar responsabilidades y culpabilidad a terceros, un autoexamen de nuestro diario proceder nos dejaría como los mayores causantes de nuestras propias quejas. Si contestásemos un elemental cuestionario confirmaría esta aseveración. He adquirido productos ofrecidos en los semáforos y ventas ambulantes?;Acostumbro a pitar una vez el semáforo da vía, prefiero dejar abandonado mi vehículo sobre la vía mientras realiza una compra o una diligencia personal a parquear en un sitio que no obstruya el tráfico, como motociclista transito por andenes destinados al peatón o zig zaguea entre automóviles Prefiero entregar limosna a indigentes callejeros que donar ocasionalmente alimentos o bienes en buen estado a través de instituciones, ONGs o personalmente. Arrojo papeles o colillas de cigarrillo a la calle o espero encontrar un recipiente estacionario para tirarlos allí. En los cruces respeto las cebras espero a que el peatón cruce la vía antes de poner el auto en marcha. Esta y muchas situaciones de común ocurrencia seguramente obtienen una respuesta negativa, entonces no nos quejemos por la invasión del espacio público, aseo y grado de ruidosidad de la ciudad e incremento de indigentes en las calles. Obviar actuaciones como estas e invitando a otros a ello nos permitirá ir reencontrándonos con la ciudad que queremos y que en tiempos pretéritos disfrutamos. Será nuestra iniciativa y decisión la encargada de dar resultados positivos; solo quejarnos no mejorará los estándares. Una alta dosis de conciencia de nuestra parte, la desaparecida voluntad política por primar intereses particulares, cumplimiento de las leyes y rigidez a la hora de hacer cumplir las leyes contempladas en los códigos de policía y tránsito hechos en vía de extinción por culpa de ciudadanos que encuentran en el soborno la forma fácil para saltarse e incumplir con las normas, y de los funcionariospor unos pesos(muchos o pocos) doblegan su voluntad política o normatizan a favor de grupos económicos o de ciudadanos.

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1 comentario

    • pensador el 25 julio, 2011 a las 16:58
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    lamentablemente esa es nuestra forma de pensar y actuar, derivada de la formación que nos dejaron en parte de la casa, en parte de la escuela y el colegio, porque aquí el «ser vivo» es pasarse todas las leyes por la faja. Cómo corregirlo? Nosotros mismos, desde nuestro hogar, los profesores (pero con esa calidad, no hay cómo)

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