Si quisiéramos salir con alguien lo primero que hacemos es enviarle un mensaje. Pero al momento de empezar, se nos vienen muchos pensamientos y no sabemos que decir, lo ideal es no parecer intenso. Gracias a aplicaciones como WhatsApp o Tinder los mensajes son directos, por lo que deben escribirse de manera precisa, persuasiva y sin tanto bla bla bla. La efectividad de un mensaje es tener la suficiente sutileza para llamar la atención, pero yendo al grano lo más pronto posible para aprovechar el momento.
Lo mismo pasa cuando hablamos de negocios, hoy en día las empresas hacen campañas en Facebook o Instagram que no funcionan, ya que implementan estrategias sólo para conseguir likes (me gusta) o impresiones, sin embargo, estos indicadores no traducen impacto real en el negocio.
Y ustedes dirán ¿Por qué hago la analogía con el tema de las relaciones amorosas?, porque es una manera fácil de explicarle a un empresario o emprendedor que captar clientes a través de las campañas de mercadeo, es similar al lograr esa primera cita con la chica que a uno le gusta.
Escribir un mensaje a una persona que le gusta, no es diferente a un “copy” publicitario
Por eso, quiero compartir cuatro elementos que son importantes para enviar el mensaje adecuado a sus clientes con estilo propio y logrando los resultados que se desea.
Escriba bien el mensaje
El mensaje debe estar bien escrito, asegurese que sea persuasivo, tener la sutileza de llamar la atención, que el contenido sea muy valioso y relevante. Si tiene errores ortográficos o se lee como un manual, se torna aburrido y el cliente se va.
Conoce a quién le escribe
Busque los puntos débiles del cliente, indague que hacen, que les duele y por qué necesitan lo que usted vende. El objetivo es asegurarse que el mensaje enviado, lo reciba quien usted quiere que lo lea y cómo usted le ofrece lo que ellos necesitan.
Haga que su mensaje conecte
Aquí el objetivo es generar una reacción para que, una vez recibido el mensaje, el cliente quiera saber más de usted o de lo que usted vende. Sea creativo, dinámico y use un lenguaje sencillo y fácil de entender.
Llame a la acción
Después de leer el mensaje, esta persona no debe pensar cual es el siguiente paso, invítelo a lo que usted quiere que ellos hagan. Por ejemplo, un registro de correo electrónico, una llamada o una compra.
Finalmente, si el mensaje cumple con las características anteriores, aumentará la probabilidad de que esa persona se convierta en su nuevo cliente.