Es la hora de romper esquemas, de crear momentos únicos.

En el mundo del emprendimiento y el desarrollo empresarial, se exponen diferentes vías para lograr la anhelada Innovación Disruptiva, que en lo práctico, es aquella innovación que genera un cambio efectivo en los comportamientos de los usuarios hacia un producto o servicio, sin embargo, en la mayoría de charlas, foros o asesorías, estas se quedan sólo en el ¿cómo debería ser? y no, en el ¡vamos a hacerlo!.

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Un ejemplo que permite ser aplicado fácilmente, lo puede hacer cualquier tipo de negocio, es el que está siendo implementado en países como Estados Unidos y Finlandia donde hoy en día las empresas, se han dado cuenta que la disrupción viene de la mano con la creación de experiencias a los clientes o usuarios y éstas, deben ser experiencias positivas y memorables en el momento de la compra.

Suena algo trillado, lo sé, pero aquí es donde está el punto interesante de estos modelos, las experiencias de marca que se están generando van más allá de darles bonos o descuentos a los clientes para próximas compras. Estas empresas, están respondiendo a un cambio de mentalidad en la sociedad que pocos ven, pero que los consumidores piden cada día más, esto quiere decir que la sociedad está pidiento a gritos elementos que les permitan no solo sentirse bien con ellos mismos sino, con el mundo.

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Los diferentes estudios como el Índice de Consumidores Conscientes reportan que el 32% de los consumidores buscan alternativas que estén alineadas con productos orgánicos, productos hecho a mano o con procesos especiales por comunidades nativas o con productos exclusivos que permiten apoyar a diferentes comunidades en diferentes regiones del mundo. También, este índice permite identificar que el 32% de los compradores dejan de seguir o comprar productos de empresas que no son socialmente responsables. Es por ello que, los conceptos de igualdad, equidad y bienestar, toman sentido cuando al cliente se les da un rol importante en el proceso, se les da a entender que ellos son ¡la clave de todo!

Por eso, debemos revisar cuales son los momentos y escenarios que tenemos de cara a nuestros clientes, independientemente si son productos o servicios, físicos o digitales. La experiencia del cliente debe marcar el punto de quiebre en el mercado, debe generar momentos únicos, deben romper esquemas.

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