En proyectos urbanos la percepción ciudadana sí importa

“Si hay que diseñar para la gente, es imprescindible observarla, comprenderla y simpatizar con ella”
Richard Neutra

Cada vez que se formula un proyecto de impacto a nivel urbano son muchos los factores que entran en juego para garantizar su eficacia. Uno de ellos, que ha aumentado su importancia en las últimas décadas, es el nivel de participación de la ciudadanía en los procesos de creación y en cómo dicha percepción del “usuario” se hace cada vez más relevante para concebir las soluciones en el espacio urbano.

Tomada de: https://www.sasaki.com/voices/scup-journal-feature-university-industry-partnerships/ (2020)

A partir de la década de los años 90, a la interacción entre el estado y la ciudadanía se le llama gobernanza y recobra importancia por la posibilidad de conocer la percepción que tienen los habitantes urbanos, quienes finalmente harán uso de dicha infraestructura. Si bien históricamente conocer estas impresiones comunes no había sido tan recurrente, debido a que los tomadores de decisiones se concentraban netamente en sus conocimientos técnicos, hoy la manera en cómo los ciudadanos habitan el espacio es un factor determinante para diseñar, planificar y construir. Esto sirvió para reconocer al ciudadano como el elemento principal de la ciudad; se construye para el beneficio de la comunidad.

Los gobiernos, por su parte, son ya conscientes de la relevancia de la gobernanza como forma de gobierno y la ha empezado a implementar en sus mecanismos de liderazgo. El riesgo que se corre al no tener en cuenta a los habitantes urbanos en la formulación de los proyectos implica tropiezos a niveles económicos, sociales y hasta judiciales, lo cual genera un detrimento en sus intereses tanto propios como comunes. Sin embargo, estos procesos de gobernanza traen consigo retos importantes que vale la pena tener en cuenta, entre ellos están los recursos adicionales que se necesitan para ejecutar los procesos participativos, el tiempo adicional que demora hacerlos y la necesidad de crear motivación para que la ciudadanía participe cada vez más activamente en causas de este tipo. Con todo y estos desafíos, las nuevas normativas vigentes han llevado a seguir aumentando la participación ciudadana pues valoran sus aportes a la calidad de los resultados en la construcción de mejores ciudades.

Asimismo, también hay temas por corregir y seguir desarrollando. El hecho de que al ciudadano se le asuma como un simple usuario del espacio urbano es, sin duda alguna, una visión limitada de lo que significa habitar y es evidente en algunos proyectos subutilizados. Caminar, permanecer, conducir, consumir, todas estas actividades cotidianas que se realizan en las ciudades, deben ser tomadas como experiencias en las que la satisfacción de estar en ellas se percibe por los sentidos, es decir, por lo atractivos y atrayentes que pueden llegar a ser. Este nuevo enfoque es primordial si lo que se quiere es crear un bienestar común a partir de los proyectos urbanos y para que estos sean de verdad eficientes y funcionales. Los ciudadanos no solo somos usuarios, somos los invitados de una casa llamada ciudad.

¿Y en Bucaramanga existe una gobernanza evidente en los proyectos urbanos?

Comments

comments

1 comentario

    • Alex el 3 agosto, 2021 a las 11:18 pm
    • Responder

    Yo creo que para que de verdad el habitante participe lo primero es asegurarse de que conoce de los planes o proyectos a realizarse en la ciudad o en su zona. La forma más directa sería enviando carta a cada domicilio informando del tema y de cómo el ciudadano puede participar en ese caso particular. La comunicación es fundamental si se desea que haya participación ciudadana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.