Enfoque de sanación de adentro hacia afuera

Albert Einstein dijo que «los problemas significativos que afrontamos no pueden solucionarse en el mismo nivel de pensamiento en el que estábamos cuando los creamos», y es por eso que necesitamos un nuevo nivel de pensamiento más profundo, un cambio de adentro hacia afuera que significa empezar por la persona, por nosotros mismos.

Es imposible cambiar la realidad exterior, si ni siquiera somos capaces de cambiar nuestros propios pensamientos. Por esto es importante observar ¿Cuáles son nuestros paradigmas?, ¿Qué estamos pensando que nos bloquea?, ¿Qué estamos haciendo que no nos deja tener éxito cuando nos relacionamos con los demás?. Es hora de dejar de concentrarnos en lo que no podemos cambiar, en las cosas de las cuales no tenemos control, como el comportamiento o la respuesta de correspondencia de las otras personas, para crecer de la única manera que es posible, desde nuestro propio comportamiento.

Para esto recomiendo hacer una búsqueda interna en nuestro pasado, nuestras relaciones anteriores, y tratar de reconocer patrones. Las características repetitivas que encontramos entre ellas nos pueden decir mucho acerca de lo que buscamos, o a lo que nos hemos estado aferrando por no haber trabajado previamente en nuestras bases. Sanar esos momentos que anclamos en nuestro subconsciente y perdonar el pasado limitante es la única forma de avanzar.

Es fundamental entender que si queremos conseguir algo, debemos comenzar por dárnoslo a nosotros mismos. Ser el tipo de persona que puede brindar el tipo de relación que queremos tener. Esto lo reafirmé en una sesión con un Life Coach en donde analizábamos que es necesario comenzar a comportarse como la persona que queremos ser, y no como la que somos ahora mismo, para dejar de estar en el mismo estado de quietud.

El cambio solo se da en esa dirección, desde nuestro interior. Antes de hacer promesas públicas, debemos cumplir nuestras promesas privadas que no son más que objetivos personales que trabajamos hasta convertirlos en un hábito y un estilo de vida, y solo a partir de ahí podemos decir que nos hemos puesto a nosotros mismos en el nivel que merecemos.

Por eso es imposible sanar desde afuera. Esperar que otra persona con su bondad nos ayude a encontrarnos, o que el tiempo se encargue de llevarse el ruido cuando el ruido somos nosotros mismos y nuestros pensamientos limitantes.

Dijo Stephen Covey en su libro «7 hábitos de la gente altamente efectiva», «si uno aspira a la grandeza secundaria, debe centrarse primero en la grandeza primaria del carácter». De lo anterior, que el tiempo que dediques en silencio y sanación es el único que te permitirá crear el estado de tranquilidad, plenitud y amor propio que te prepara para formar y permanecer en relaciones sanas y honestas. De ahí que hábitos como meditar, leer frecuentemente, orar, escribir y practicar actividad física sean tan enriquecedoras en un proceso de transición e incertidumbre. Otros como madrugar y la metodología de activación corporal, reflexión y planeación en la primera hora del día de Robin Sharma, te permiten disfrutar de pequeños triunfos desde temprano en el día, lo que aumenta tu autoestima y eleva el nivel de pensamiento positivo y optimista.

En este estado de carisma y seguridad es más fácil estar preparado para personas con el mismo grado de conciencia y madurez, y por ello, recibirlas.

Comments

comments

2 comentarios

    • wilson el 2 de octubre de 2020 a las 13:32
    • Responder

    un articulo muy interesante, y en verdad la constancia y la concentración en lo que queremos da fruto , es algo supremamente difícil de lograr, pero se logra

    1. Hola, Wilson, muchas gracias. Así es, justo estoy leyendo sobre el efecto de la concentración en una acción específica y espero postearles pronto. Espero verte seguido por aquí. Saludos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.