Es conocido el esfuerzo presupuestal que realiza el Estado para combatir problemas estructurales de la sociedad, como por ejemplo la pobreza. Si bien esta puede ser definida desde diferentes dimensiones y aunque todo el mundo habla de la pobreza y se continúa sin saber lo que es, existen acercamientos importantes: puede relacionarse como la imposibilidad de alcanzar un nivel de vida mínimo, de la misma manera tal categoría está relacionada con el concepto de bienestar, es decir con limitaciones para tener acceso o carecer de recursos, para poder satisfacer las necesidades básicas, por lo que se puede considerar como persona pobre a quien le son negadas opciones y oportunidades para vivir de tolerable manera.
Por ende, el gasto que se destina para combatir la pobreza no se justifica si no cumple con los objetivos deseados. Si no se alcanzan las metas, puede afirmarse que no se han diseñado, implementado y evaluado adecuadamente las políticas públicas. Estos tres pasos constituyen un círculo en constante perfección. Si se evalúa adecuadamente la política pública se encontrará dónde existen fallas por corregir y así inicia el círculo para generar valor público. Es decir, acciones gubernamentales eficientes y eficaces que generan legitimidad por medio de los buenos resultados.
A partir de esto, el objetivo de esta entrada es invitar a la comunidad en generar a leer el artículo llamado “Combate a la pobreza y percepciones de beneficiarios en la frontera sur de México”, que podrán encontrar en el link al final relacionado, el cual aborda la evaluación de uno de los programas diseñados en México para superar la pobreza, encontrando situaciones similares y conclusiones a lo que sucede en el territorio colombiano: es innegociable incluir la participación ciudadana, la cual ha tomado relevancia en los tiempos en que la administración pública se reestructura, hacia la búsqueda del uso responsable de los recursos públicos. Hacer más con menos. El Estado megalómano, que creía resolver todo, es historia pasada. El Estado que interactúa con los ciudadanos es el presente y futuro. Evaluar y hacer partícipe a los ciudadanos de las decisiones gubernamentales no era característica de las administraciones públicas en América Latina, quizá en parte a ello se deban los malos resultados en el combate a la pobreza en la región. Es tiempo de cambiar esta relación entre Estado y ciudadanos, y quizá ahora las acciones gubernamentales ofrezcan impactos positivos sobre las poblaciones objetivo.
Sitio web: https://www.produccioncientificaluz.org/index.php/rcs/article/view/35296
1 comentario
Es hora de cambiar los autodenominados «clase dirigente». Mientras no cambiemos de raíz esa clase parásita, hablar de superar la pobreza es solo » botadera de corriente» o bla, bla