“Nadie abandona el hogar a menos que
el hogar sea la boca del tiburón.
Solo corres por la frontera
cuando ves que toda la ciudad también está corriendo.
Tu corriendo más rápido que todos,
aliento sangriento en sus gargantas,
el chico con el que fuiste a la escuela
que te besó ingenuo detrás de la vieja fábrica de hojalata
sostiene un arma más grande que su cuerpo.
Solo abandonas el hogar
cuando el hogar no deja que te quedes”
(Warsan Shire).
De acuerdo a cifras oficiales, el número de migrantes en territorio colombiano ha aumentado en más de un dos mil por ciento (2.000%), lo que representa nueve mil seiscientos diez personas (9.610). Así mismo, se encuentran aproximadamente cuatro millones, setecientos mil habitantes (4.700.00), fuera del país. La política integral migratoria en el país, si bien contempla estrategias como “la caracterización de la población, la creación y consolidación de redes sociales, la gestión de los flujos migratorios laborales de forma bilateral, la atracción de capital humano, la ampliación de los servicios sociales para los migrantes, las estrategias que faciliten y acompañen el retorno de los colombianos en el exterior y estrategias de cooperación internacional en materia migratoria que permita mostrar las experiencias positivas de Colombia y facilite profundizar en el desarrollo de proyecto”, estas parecen no ser suficientes.