“Made in China”, los costos humanos del iPad

Esta inscripción, que hace unos años era un símbolo casi seguro de baja calidad, hoy parece ser el “certificado” que el producto que la lleva, ha sido fabricado bajo pobrísimas condiciones laborales. Y cuando se trata de productos de Tecnología, el más famoso y popular de todos, el iPad de Apple, no se escapa de estas afirmaciones.
Cuando usted compra un iPad, está alimentando en cierta medida una monumental cadena de opresión laboral que se centra en las ciudades más industrializadas de China.
Esto es lo que se desprende de un informe especial que presentó el mes pasado el periódico New York Times, sobre los costos humanos involucrados en la producción del iPad.
El informe se refiere en particular a uno de los proveedores chinos más grandes de Apple: la compañía Foxconn. Varias investigaciones –muchas veces encubiertas- han encontrado en sus fábricas todo tipo de anomalías que conllevan únicamente al deterioro de las condiciones laborales en pro de la productividad y de las ganancias de la empresa.
Desde las interminables jornadas laborales, pasando por las presiones de rendimiento exageradas que resultaron en 19 suicidios, hasta la pulidora de fundas del iPad que generaba una nube de polvo de aluminio que causó una explosión en una fábrica en Chengdu, matando a 4 personas e hiriendo a otras 77.
Pero hasta donde llega también la responsabilidad de Apple? Pues también es cierto que si se quieren mejorar las condiciones laborales, se deben mejorar igualmente la retribución económica a los proveedores, para que estos puedan pagar mejor. Por lo dicho en el informe, Apple mantiene una política muy dura, de márgenes ínfimos, respecto a estos pagos.
Este reporte ha levantado una ola de indignación en las redes sociales. Nadie discute la calidad y el diseño de los productos de Apple, pero a casi nadie le gustaría saber que al comprarlo, está financiando fábricas con jornadas laborales de más de 60 horas a la semana.
Ya el sitio Sumofus.org, “un movimiento mundial para una mejor economía”, ha abierto una campaña para pedir que el próximo iPhone sea “ético”. 78.000 internautas la apoyan. Ojalá Apple reconozca este tipo de peticiones y actúe para que los costos humanos de pagar esta especie de “esclavitud moderna” no hagan parte de ninguno de sus excelentes productos.

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