I
El 26 de abril de 1986 en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin (más conocida como la central Chernóbil) ocurrió uno de los accidentes nucleares más catastróficos de la historia de la humanidad. De acuerdo con la Escala Internacional de Accidentes Nucleares (International Nuclear Event Scale, INES) el evento alcanzó una escala de 7 puntos (accidente grave), y junto con el desastre de la central nuclear de Fukushima en Japón (marzo 11 de 2011), la tragedia de Chernóbil se constituyó como uno de los desastres medioambientales más devastadores, impactantes y recordados, a tal punto de convertirse en un icono de lo trágico en la década de los 80 y la cultura popular; un acontecimiento estremecedor que inspiró libros, series y películas de todo tipo.
Según se informó, durante una prueba para simular un corte de suministro eléctrico en la central nuclear, se presentó un súbito aumento de potencia en el reactor cuatro, esto produjo el sobrecalentamiento del núcleo de éste lo que terminó provocando una explosión del hidrógeno acumulado en su interior. Como resultado de esta situación, la cantidad de dióxido de uranio, carburo de boro, óxido de europio, erbio, aleaciones de circonio y grafito expulsados (todos materiales radiactivos o tóxicos) se estimó en unas 500 veces mayor que la liberada por la bomba atómica de Hiroshima en 1945. El resultado de esta explosión se tradujo en la muerte directa de 31 personas y la evacuación de 116.000, lo que generó una alarma internacional al detectarse radiactividad en, al menos, 13 países de Europa central y oriental.
Después del accidente se inició un proceso masivo de descontaminación, contención y mitigación del devastador impacto, en el proceso participaron aproximadamente 600.000 personas y dicho trabajo se realizó en las zonas circundantes al lugar del evento, para lo cual se aisló un área de 30 km de radio alrededor de la central nuclear -que sigue aún vigente-. Informes revelan también que cinco millones de personas vivieron en áreas contaminadas y 400.000 en áreas gravemente contaminadas, sin embargo, hasta hoy no existen trabajos concluyentes sobre el impacto real de esta tragedia.
Como consecuencia de lo sucedido, por ejemplo, pinos en las cercanías del reactor (un área de cuatro kilómetros cuadrados) adquirieron un color marrón dorado y murieron, adquiriendo así el nombre de “Bosque Rojo”. En un radio de unos 20 a 30 kilómetros alrededor del reactor se produjo un aumento de la mortalidad de plantas y animales, así como pérdida en su capacidad reproductiva, sumado a esto, los alimentos de la zona fueron vetados en varias regiones de Europa, y el aumento de enfermedades como el cáncer de tiroides aumentó (según la OMS aproximadamente 4000 casos de relación directa entre el accidente y la enfermedad fueron reportados). Como dato curioso se tiene que en los años posteriores al desastre, en la zona de exclusión, que fue abandonada por el ser humano, ha florecido la vida salvaje y varias especies de animales salvajes y aves que no se habían visto en la zona antes del desastre, se encuentran ahora en abundancia gracias a la ausencia del hombre.
El Gobierno de Ucrania (donde actualmente se encuentra la central) negoció con la comunidad internacional el cierre definitivo de Chernóbil, dicho cierre se completó el 15 de diciembre del 2000. Inmediatamente después del accidente se construyó un “sarcófago” para aislar el reactor cuatro, pero diversos fenómenos naturales y el paso del tiempo hicieron que se deteriorara hasta el punto de estar en riesgo de colapso, por ello en el 2004 se inició la construcción de un nuevo sarcófago para el reactor, el resto de reactores de la central están inactivos. En noviembre de 2016, treinta años después de la tragedia, se inauguró un nuevo “sarcófago seguro”, toda una mega estructura móvil, la mayor construida hasta la fecha en el mundo; tiene forma de arco, posee 110 metros de alto, 150 de ancho y 256 de largo y pesa más de 30.000 toneladas. Se construyó a 180 metros del reactor y luego se ubicó sobre él mediante un sofisticado sistema de rieles y se estima que tendrá una duración de más de cien años. Se espera así sepultar el horror de Chernóbil.
II
Stephen Richard Wright, más conocido como Steve Wright nació el 26 de agosto de 1954 en Londres y tiene fama como Disc Jockey (DJ) o “Pinchadiscos” de la BBC. Su estilo particular lo llevó a crear el conocido programa The Morning Zoo, un concepto inspirado en una reunión miscelánea de géneros y entrevistas que suele conocerse también como el Top 40, o en nuestro medio, “Las 40 principales”. Se trata de un formato zoológico (zoo format) en donde, por lo general, dos o tres personalidades radiales hablan de manera cómica y espontánea sobre temas de actualidad; sumado a esto también suele ofrecer llamadas guiadas al público y concursos entre los oyentes. Wright también ha incursionado en la TV presentando programas como “Home Truths”, “The Steve Wright People Show” y “Top of the Pops” entre otros y es considerado una leyenda de los medios británicos.
Proveniente de una clásica familia de estirpe trabajadora, Wright desde niño tuvo la ambición de trabajar en el mundo del entretenimiento, por lo que desde sus primeros años se enroló en la presentación radial (primero en la escuela y luego en programas locales). Su gran oportunidad se dio cuando se vinculó con Radio Luxenbourg presentando su propio show nocturno. Pero fue en 1981 cuando Steve revolucionó la radio británica con la introducción del formato zoológico en la Radio 1 de la BBC. La creación de personajes que realizaban bromas por teléfonos (creados y representados por Gavin McCoy, Peter Dickson, Richard Easter y Phil Cornwell) y un estilo que privilegiaba la irreverencia sobre la sensibilidad y lo racional, lo llevaron pronto a ser un locutor y DJ reconocido en todo el Reino Unido. La evolución de su formato lo llevó con los años a crear personajes ficticios, burlarse de noticias extrañas o curiosas, y a realizar bocetos de situaciones cómicas que eran transmitidas en sus shows. Actualmente trabaja para la BBC 2 y los detalles de su vida personal son pocos. Wright tiene una audiencia promedio diaria de más de 8 millones de radioescuchas.
En Colombia es común escuchar emisoras que siguen el formato que perfeccionó Wright en los ochenta, y desde luego es común también encontrar entusiastas seguidores de éstas. Este tipo de programas poco a poco ha ido ganando terreno en las emisoras locales y nacionales, y las diferencias se observan en la medida en que se escuche un programa originado desde ciudades grandes como Bogotá, Medellín o Cali a uno generado desde “provincia”. Pero el factor común que marca a estos programas es la actitud irreverente y burlona de los presentadores hacia los invitados y los radio oyentes, que se traduce en chistes de doble sentido y bullying (los norteamericanos lo llamarían “roast”) hacia personajes de la vida nacional, principalmente farándula y política. El formato también incluye la creación de personajes ficticios como caricaturas regionales: el negro del pacífico, el santandereano agresivo, el bogotano “gomelo”, el antioqueño “traqueto” o el pastuso ingenuo. En cuanto a la música, poco o nada se aporta excepto canciones populares y de moda.
Personalmente, mi encuentro con este tipo de programas y formato ocurre cuando abordo un taxi, de los amarillos, en las mañanas. Locutores que gritan, personajes que entran sin orden ni guion alguno, reacciones espontáneas a situaciones espontáneas, chistes con doble sentido (generalmente de contenido sexual o machista/feminista) dominan la radio. El escenario se eleva a una potencia mayor cuando es navidad y fin de año pues se tiene material suficiente para hacer bullying a los personajes que han servido como comidilla para los medios durante toda la temporada. Voces afeminadas, campesinos con una “sabiduría popular” bizarra, políticos descarados, locutores inquisitivos y oyentes entusiasmados y dispuestos a ser puestos en el paredón de las burlas se mezclan para crear un verdadero zoológico auditivo, en mi caso, apenas tolerable, pero que divierte a los conductores de una manera asombrosa.
Si algo me llama la atención de este tipo de programas y personajes, más allá de cuestionar si su estilo es estético o adecuado (cada quien determina qué escucha y por qué lo hace), es su enorme capacidad para abstraer de la realidad nacional al oyente y deformarla a tal punto de generar en él una cómoda parálisis (para recordar a Pink Floyd). Cuando un seguidor de estos shows está pegado a su contenido se anula cualquier ejercicio de racionalidad o razonabilidad, lo “políticamente correcto” no existe y lo que en otros escenarios sería deleznable o censurable allí es objeto de culto sin reproche alguno, como una religión. Lo grotesco, para muchos, es oro para estos programas y lo obsceno es el néctar del que escucha. En este caso asistimos a la anulación de cualquier ejercicio de ética o moralidad respecto de las vidas y tragedias ajenas, nos encontramos ante el escenario de libertad absoluta respecto de la empatía o antipatía respecto de los otros. Los DJ o “Pinchadiscos” dirigen así las emociones de los radioescuchas sin límite alguno, una verdadera obra de títeres a través de un zoológico caótico.
III
El Pánico se dispersó por Chernóbil en 1986, los ecos de la ocurrencia de la terrible tragedia se expandían tan rápido como los mismos efectos radioactivos. Por aquellos días Steve Wright trabajaba para la radio 1 de la BBC y, como todos los demás medios, informó sobre el lamentable evento en la central nuclear. Tan pronto leyó la noticia, Steve soltó “I’m your man” de Wham! (el famoso dúo compuesto por George Michael y Andrew Ridgeley). Esta situación no agradó mucho a los oyentes, quienes pensaron que tal acto suponía una falta de respeto y sensibilidad por parte de Wright hacia las víctimas de la tragedia nuclear y hacia los oyentes en general. Algunos de esos oyentes eran Steven Patrick Morrissey y John Martin Maher (Johnny Marr) líder y guitarrista de The Smiths. Seguramente Morrissey y Marr pensaron que no había relación entre la tragedia de Chernóbil y “I´m your man” de Wham! ¿Qué tiene que ver esto con la vida de la gente o con sus vidas? Era inconcebible que después de escuchar la catastrófica noticia tan sólo se pensara en bailar al ritmo del pop de la época para así olvidar el desastre.
Como resultado de este episodio, y como respuesta a la insensibilidad de Wright, The Smiths decidieron componer una canción: “Panic” (una de mis canciones favoritas de todos los tiempos; y admito que uno de mis placeres más recurrentes es conducir mi automóvil con Panic a todo volumen). La canción es corta en duración, pero tiene un ritmo y una atmósfera única, la voz de Morrissey es el complemento ideal para una composición icónica que evoca el ambiente glam setentero presente en “Metal Gurú” de T-Rex pero con una versión propia de los tardíos ochenta.
Lo que más llamó la atención de Panic fue su letra, tildada por muchos de racista: “Burn down the disco. Hang the blessed DJ because the music that they constantly play, it says nothing to me about my life” (Quemen la discoteca. Cuelguen al bendito DJ. Porque la música que constantemente coloca no dice nada sobre mi vida). Pero pese a que Morrissey deseaba dar su punto de vista acerca de la actitud insensible de Wright su intento no salió del todo bien, por el contrario, su canción fue tomada como una clara de muestra de odio y racismo, se hablaba de una canción y una banda que incitaba a quemar la música negra.
Cuando Morrissey fue cuestionado sobre este episodio, su respuesta no fue de mucha ayuda, y lejos de apagar el fuego agregó más combustible, en una entrevista realizada por Frank Owen para la revista “Melody Maker” se despachó así: “El reggae, por ejemplo, para mí es la música más racista de todo el mundo. Es una absoluta glorificación de la supremacía negra […] Hay una línea, cuando la defensa de una raza se convierte en un ataque para la otra raza y, como consecuencia de la historia de los negros y la opresión, nos damos cuenta de que tiene que haber una defensa muy fuerte. Pero creo que a veces es muy extrema.” Y como si esto no fuese poco, agregó: “Odio a Stevie Wonder. Creo que Diana Ross es horrorosa. Odio todos esos discos de los 40 Principales: Janet Jackson, Whitney Houston… Creo que son repugnantes al extremo”. Finalmente, sí, hay más, al expresar su opinión sobre la música negra, Morrissey recitó uno de los versos de Panic: “En esencia, esta música no me dice nada en absoluto”.
En el fondo lo que Morrissey parecía intentar decir era su crítica a un modelo que buscaba, a su juicio, dejar por fuera de las listas al indie blanco a través de emisoras caóticas, superficiales y vendidas. La crítica que Panic verdaderamente transmitía era la de un sistema acomodado para privilegiar la moda y el sinsentido sobre lo que realmente afecta la vida de las personas; en la misma entrevista dijo: “Las listas han sido creadas claramente como una forma absoluta de escapismo más, no como algo por lo que alguien pueda ganar reconocimiento. Lo encuentro muy descorazonador porque no siempre ha sido así. ¿No es curioso que prácticamente ninguno de estos discos refleje la vida como la vivimos? ¿No es curioso que el 93,5 por ciento de estos discos refleje la vida como no es? Eso me deja perplejo.”
Panic fue publicada como single en 1986, pero nunca se incluyó en un trabajo oficial, aunque sí apareció en el álbum recopilatorio “Louder than bombs” de 1987. La portada del sencillo era una fotografía del actor Richard Bradford. La presentación en vivo de Panic incluía a Morrissey balanceándose una soga sobre el escenario mientras repetía el estribillo: “Hang de DJ” y para completar el show usaba una camiseta con una fotografía del Steve Wright que decía también “Hang de DJ” (ahorquen al locutor). The Smiths al final consiguieron que su canción sonara en Radio 1 de la BBC y el mismo Steve Wright puso el tema en varias ocasiones, sin saber su acto había generado esta tremenda pieza musical.
7 comentarios
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Wow, alucinante historia. Que bacano es saber de donde se crean y originan las canciones !!
A mi particularmente me gustan las que han sido soundtracks de peliculas, me parece que gran parte del exito de la peli esta basada en que tan buena es su banda sonora.
Autor
Gracias por tu comentario. Tienes razón, los soundtrack son minas de oro de datos y anécdotas, trabajaré en una entrada sobre ello. Fuerte abrazo.
Soy mega fanatica de The Smiths, asi que me encanto la historia!! 🙂
Autor
Gracias. Abrazo.
Pues sepa usted que me ha encantado este post, así como me gusta la música de The Smiths. Es la primera vez que leo este blog, que gran descubrimiento, espero con ansias leer la próxima entrada, ¡gracias!
Soy super fan de The Smiths asi que me encanto la historia, gracias por el articulo!
Autor
Gracias por tus palabras.