I
Luca George Prodan, más conocido como Luca Prodan, nació en Roma en 1953 pero se radicó en Buenos Aires a inicios de los 80. Como dato curioso, estudió en el mismo colegio al que asistió el Príncipe Carlos de Inglaterra (Gordonstoun School), del cual escapó en 1970. Su pasión por la música lo llevó a conformar la banda The New Clears Head, que fue el resultado de las numerosas influencias que Prodan recibió de géneros como el Dub, el Post-punk y el Reggae.
La vida de Luca nunca fue plana ni pacífica; su hermana Claudia se suicidó junto con su novio inhalando monóxido de carbono al encerrarse con el automóvil encendido, lo que llevó a Prodan a agudizar su adicción a las drogas, en especial la heroína. En este estado, Prodan tuvo una especie de revelación bucólica, como él mismo afirma en varias entrevistas, dicha revelación era el llamado que le hacía la provincia argentina de Córdoba y sus vistosas, remotas y apacibles Sierras. Prodan había visto estos paisajes en una fotografía que un amigo le había enseñado. Luca, encantado con el paisaje cordobés, decidió largarse a tierras argentas para formar una banda con la que sería leyenda.
El amigo que había enseñado a Prodan aquella foto que marcó su futuro era Timmy McKern quien además le presentó a Ricardo Curtet, un guitarrista que permitió llevar a cabo el objetivo musical de Luca. Mckern también era cuñado de Germán Daffunchio, un guitarrista que en su pasado fue marinero mercante. Con el tiempo Prodan y Daffunchio trabaron una amistad a la que se unió Alejandro Sokol, toda una leyenda del Rock argentino. Prodan, que otpó por abandonar Córdoba para radicarse en Buenos Aires, decidió también llamar a su amiga británica Stephanie Nuttal, una oriunda de Manchester con claras influencias del Post-punk que había tocado en la banda Manicured Noise (recomiendo su tema “Faith”), para completar la alineación de su nueva banda. Así, Prodan, Curtet, Daffuchio, Sokol y Nuttal dieron a luz una de las instituciones del Rock argento: Sumo.
Creada en Córdoba para luego ser trasladada a Buenos Aires, Sumo surgió como una mezcla de post-punk y reggae que además contaba con una mujer en su formación, todo un acontecimiento para la época, dominada por varones en las agrupaciones musicales. La banda, creada en Nono (Córdoba), se mueve a Hurlingham (Buenos Aires), lo que generó el retiro de Curtet que se dedicaría a asuntos familiares en su natal Córdoba. A principios de 1984 se da la llegada de Alberto «Superman» Troglio en la batería ocupando el lugar abandonado por Nuttal (quién se va de La Argentina tras la Guerra de las Malvinas) y Sokol (que reemplazó a Nuttal y posteriormente sería un invitado permanente de la banda).
II
Sin desentonar en cada ritmo que incursionó, Sumo hacía un Ska formidable, un Rock prolijo y un Reggae muy contagioso, toda una prueba de la genialidad de Prodan. En 1985 graban su primer trabajo (aunque previamente realizaron un cassette llamado “Corpiños en la Madrugada”, editado de nuevo años después), el carisma y la personalidad de Luca pronto convierten a Sumo en una Banda de culto.
La música de Sumo es magnética y adictiva, una vez se escucha no queda otra alternativa distinta a acercarse a ella para probar más y más. Canciones como “La rubia tarada”, “Mejor no hablar”, “Heroin” y “TV Caliente” (dedicada a Virna Lisi) son una muestra de la mente poderosa de Prodan llena de imaginación y datos, así como sus adicciones, fantasmas y demonios. Todo esto encaminado a una profunda crítica a la sociedad argentina y a los farsantes que querían hacer del punk algo tierno y de moda. Prodan reacciona furioso contra aquellos que querían domesticar un género que debía ser salvaje y libre:
“¡Basta! Me voy, rumbo a la puerta, y después a un boliche a la esquina a tomar una ginebra con gente despierta. ¡Esta sí que es Argentina!”
La rubia tarada
Vemos en Prodan la misma actitud del rockero de ley: comprometido con una esencia que privilegia la energía y la originalidad sobre las florituras melódicas y lo artificial, un equilibrio muy delicado entre forma y contenido. Luca Prodan, que se codeó con la realiza británica, hijo de un millonario que comercializaba arte y producía cine, poseía el conocimiento de las clases altas pero también los códigos y actitudes barriobajeras, una especie de lunfardo borgesiano, un “lenguaje del delito”. Esta combinación resulta clave en su personalidad, pues pese a poseer una apariencia propia del Rock, su esencia estaba marcada por la educación y las buenas formas, algo, por lo menos, irónico, de hecho fue de los primeros personajes en cuestionar la actitud machista en la Argentina. Asistimos entonces a una personalidad que no sólo escribe Rock sino que lo hace su estilo de vida, en tanto lo convierte en una herramienta de crítica social simple y sin mayores pretensiones que asumir lo que se es y desde ahí combatir, esa es mi imagen de Prodan.
Es conocida la anécdota en la que Luca detiene un concierto en Obras Públicas tan sólo porque el público silbaba a un joven Andrés Calamaro, ese es el Luca que admiro, ese que con reconocimiento y fama a bordo no ponía oposición para ser telonero o subirse a cantar con sus amigos “no tan conocidos”. La prueba de que la tolerancia puede prevalecer pese a diferencias de éstilos, orígenes o ideologías, toma forma con la personalidad de Prodan.
“O también era capaz de subirse -ya siendo el líder de una banda con tres discos editados y en el primer nivel del rock argentino- al escenario del Parakultural a cantar con amigos y hacer de telonero de ignotas bandas punks.”
Walter Domínguez, El Clarín (2017)
III
Luca nos abandonó joven, Sumo también duró poco, quizás por ello Gustavo Cordera, líder de la Bersuit dedica su “Murguita del Sur” a personajes como Prodan diciendo que: “es un muerto que no para de nacer”.
“Lo veían deteriorado hacía tiempo, la cirrosis avanzaba y las sombras de la heroína siempre estaban al acecho. A pesar de estos signos alarmantes, cuando Luca Prodan murió, su entorno no podía creerlo. Porque era fuerte y parecía inmortal. Porque había logrado salir del internado escocés que había sufrido hasta el mismísimo Príncipe Carlos, donde las duchas de agua fría y el trabajo forzado no hicieron más que el efecto inverso: Luca sería un prisionero, él quería ser libre.”
Marianela Insúa Escalante, Teleshow (2019)
Luca se fue sin dejar nada más que su música y personalidad como ejemplo. Al momento de ser enterrado no tenía nada, ni papeles, ni domicilio ni nada, incluso todo parecía indicar que Prodan sería enterrado en una fosa común.
“El cuerpo sin vida del italiano de familia bien que había sido criado como un príncipe estaba a punto de ir a parar a una fosa común, pero fue Stefanolo quien consiguió el espacio en el Cementerio de Avellaneda, en el conurbano bonaerense. Con el tiempo, cambiaron de lugar sus restos dentro del mismo cementerio y hoy yacen debajo de una enorme piedra que mandaron a traer de Nono, Córdoba, un lugar amado por Luca, y donde llegó de la mano de su querido Timmy MacKern.”
Marianela Insúa Escalante, Teleshow (2019)
No se sabe con exactitud si Prodan murió por una sobredosis o por la cirrosis que lo aquejaba. Su muerte reveló un Prodan débil y nostálgico, todo lo opuesto al personaje radical, avasallador e inmortal que la gente había creado. Rodrigo Espino, que produjo el Documental “Luca” (2007), presenta a una Madre resignada a que su hijo muriese en cualquier momento y por cualquier causa. McKern, por su parte dijo que: «Luca murió por una sobredosis de su vida (…), estaba tan hecho pelota que reventó.» Prodan en muchos sentidos fue una tragedia, la tragedia de ser víctima del personaje que él mismo creó, con o sin intención de ello. Murió solo, ninguno de los que se jactaban de beber ginebra con él aparecieron para un último adiós
En la canción “TV Caliente” Luca se inspira en su amor platónico: la actriz italiana Virna Lisi. Una parte de la canción nos dice «You’ve got blonde hair. The sky is falling, the sky is falling, somebody catch it please» («Tú tienes el pelo rubio, el cielo se está cayendo, el cielo se está cayendo, alguien que lo ataje por favor»). La hermana de Luca, Andrea, tuvo la oportunidad de conocerla, pedirle su foto y su autógrafo para dárselo a Luca. Tristemente Prodan no pudo recibir este regalo.
“Andrea llegó tarde con la sorpresa, pero la suerte de Luca ya estaba echada. Había sufrido el internado, la muerte de su hermana, se había repuesto de un coma alcohólico y dejó Europa para sembrar bien al sur del continente americano la semilla de lo nuevo. Un estilo nunca antes escuchado que sigue gritando en cada una de las remeras con su cara, que no para de nacer cuando vuelven a sonar sus canciones.”
Marianela Insúa Escalante, Teleshow (2019)
La última actuación de Sumo, con Luca a la cabeza, se realizó el 20 de diciembre de 1987 en la cancha de Los Andes, junto a Los Violadores; esa noche, antes de ejecutar una fuerte versión de “Fuck You”, Prodan dijo: «Ahí va la última«. Así fue. Dos días después, el 22 de diciembre lo encontraron muerto en su casa debido a un paro cardíaco. Tenía 34 años y una cirrosis irreversible, causada por su alcoholismo.
IV
Hace mucho estoy empecinado en mostrar que la música no puede ser motivo de división u odio, que es absurdo y miserable juzgar a las personas por lo que escuchan o por las formas que siguen. En un mundo donde los estereotipos son cada vez más polarizadores, es común ver insultos por simplemente disfrutar de la expresión más bella que el ser humano puede crear: la música. Una falsa creencia recorre ese escenario: la idea de que el Rockero es un ser intolerante y destinado a cuestionar sí o sí aquello que atente contra su impoluto género; esta posición purista es por esencia enemiga del fundamento del Rock and Roll: la diversidad y creatividad. Si algo podemos aprender de esto es la vida y la música de Luca Prodan, un Rockero Ilustrado, que entendió el mensaje. ¡Gracias Luca!
1 comentario
Así es, una lástima. Buen artículo.