Angélica Badillo: el color de la vida cotidiana
Angélica Badillo es una artista plástica cuya obra ha sido por largo tiempo admirado por este mariposario. A continuación, una entrevista para presentarla.
¿Qué quiere expresar con sus cuadros?
“En principio, pinté lo que veía y mi mundo se sumergía en mujeres. Si pienso en ello, siempre han estado y ahora que reflexiono sobre lo que pinto, creo que mi mundo se sumergió en el mundo de las mujeres, las cotidianas, las que sueñan, la que crean y las que luchan por hacer otros mundos posibles. Algunas veces me pinto a mi misma, debo reconocer que en varios de ellos esta mi hermana gemela, mi mundo lleno de activismo, de sueños. La mayoría de mis pinturas, acuarelas están cruzadas por imágenes femeninas performadas en mundos cotidianos, de ensueños y en otros con la diversidad que nos representan”.
El arte de Angélica también es sanador. Trabajó en un mural en Putumayo, en colaboración con la agencia Acnur y la Cruz Roja en la que participaron varias mujeres víctimas de desplazamiento y violencia. “Aunque pintar en gran formato fue todo un reto, las imágenes gustaron y algunas permanecen”.
Angélica se sorprendió de que las mujeres de Putumayo apreciaran tanto el mural que lo conservaban como fondo de pantalla y cómo, al reconocerla como la autora, se produjo una gran alegría. “Esos actos son lindos que las personas y sobre todo las mujeres sientan que esta obra intimista llega a ellas… porque creo que mi pintura o lo que creo es intimista, es lo que trascurre en mi vida… por lo que lucho y creo”.
Quiero expresar la diversidad, pero también la libertad, la alegría y lo mágicas que son las mujeres, aunque no tengan una barita mágica creo que muchas de nosotras hacemos cotidianamente la vida más feliz, más posible, mas frondosa por así decirlo”.
Angélica trabaja la acuarela, técnica que prefiere, pero está en proceso de explorar el óleo, el collage y las instalaciones. “Me gusta esta técnica por la variedad y la intensidad del color que puedo dar, algunas traslucidas, otras fuertes y una gama de color muy primaria y en algunas oportunidades muy pastel… La acuarela me gusta porque es como la pincela que das y ya… es como la vida misma que se vive una sola vez, pero que a través de ella se diversifica”.
Angélica es feminista y los temas que escogen pasan por ese lado, por supuesto, desde su subjetividad y la pertenencia de su tierra santandereana.
“Me gusta pintar mi mundo intimo, mi mundo cruzado con el activismo y las luchas de las mujeres, a veces con la intensión de esperanza y utopía y otras con el romanticismo para seguir… claro no se puede decir que eres tu sola la que crea y recrea, pues algunos de los temas que pinto están dispuestos por las otras con quienes construyo mi vida, ya sea a través de los trabajos que se encargan, ya sea para trabajar el tema de género, las huertas caseras, la guerra y la paz o el desplazamiento”.
¿Cómo lleva su vida cotidiana?
“Una locura, ser trabajadora social no es fácil en un país como Colombia, terminar la tesis de maestría me quito de alguna manera mucho tiempo para pintar. Ahora estoy más holgada de tiempo y lo último que he realizado es terminar mi cuaderno intimista donde paso mis bocetos que voy realizando en las largas reuniones u otros avatares de la vida. Trabajo mucho y en algunas oportunidades el tiempo para pintar es escaso, muy escaso por ello, cada cosas que hago la valoro profundamente”.
Angélica nos contestó esta entrevista la 1:12 a.m.
Hacer muchas cosas y acostumbrarse a tener una vida agitada, le quita el tiempo que se debe tener para pensar y crear… aún así creo que debo ser más disciplinada en la creación y dedicar más tiempo.
Mientras soluciona algunos chicharrones de la vida cotidiana, Angélica lee a Murakamí ‘1Q84’, la obra de Diego Rivera y ‘Diseño inspirado en la naturaleza’.
“Leo, salgo, trabajo, sueño y cuando la magia del tiempo lo permite me encuentro con la vida, las posibilidades de la pintura y el amor efímero. Igualmente siempre he estado rodeada de artistas con los cuales he vivido mi cotidianidad del amor y el arte… y diseñador industrial, diseñador grafico y músicos con los cuales en mi cotidianidad me han permitido encontrar buenas conversaciones, besos y buen sexo (risas) ¿por qué no decirlo?…buenas conversaciones sobre como son sus creaciones y permitirme mirar con ellos sus creaciones y las mías”.
Y finalmente, la pregunta que dará luces para luchar contra la procrastinación:
¿Cómo hace para trabajar y pintar?
“Uff, no es fácil pero aprovecho las tardes de los sábados, las noches en mi cuarto y las buenas canciones de Martha Gómez que me acompaña al pintar… Trabajar y pintar es todo un reto y debo reconocer que me gustaría tener más tiempo libre o dedicarme a pintar. Sueño con tener un año entero sin preocupaciones de pago de necesidades básicas para dedicarme a trabajar en mi obra. Así que necesito un mecenas, si saben de uno me dicen (risas)”.
Así que concluyó con que pintar en esta posmodernidad sin tiempo es casi una odisea… pero se intenta, así sea en servilletas o cuadernos de reuniones o papel acuarela.
“El arte es una posibilidad de emerger, de crear y de sanar. Creo que para el tema de postconflicto que empieza a vivir el país el arte se convierte en un espacio interesante para curar, sanar y recordar y resignificar las vidas. Creo que los y las colombianas debemos crear y soñar más con la Colombia que queremos.
Influencias: “Amo a Debora Arango, Diego Rivera, Frida Kahlo, Obregón, Roda, Jacanamijoy, Ramírez Villamizar… creo que estoy muy influenciada por la escena artística Colombiana”.
1 comentario
bELLO TEXTO Y POR SUPUESTO TUS PINTURAS, UN BESO