Los torsos desnudos de Pilar Gómez: la emoción como inspiración

Foto: Fabián Hernández/Vanguardia Liberal

Foto: Fabián Hernández/Vanguardia Liberal

En la pasada feria de arte que se realizó en el Centro Cultural del Oriente, BucArtFair, fue la única santandereana entre 53 artistas. Dos bogotanas la acompañaron. Pilar Gómez no tiene temor de hacerse a un nombre en el mundo del arte.

El torso desnudo de una mujer y todas las posibilidades que ofrece el color para provocar emociones en quien lo contempla son la inspiración de la artista bumanguesa Pilar Gómez.

En una entrevista para un medio nacional comentó que los 36 años su obra fue rechazada, pero no se rindió. Que aunque su padre no se ofreció nunca a enseñarle a dibujar –a pesar de que él sabía hacerlo-, ella lo observó y le tomó el gusto. Que se sueña con ser reconocida como a una Débora Arango o a una Frida Kalho. Pilar Gómez está comprometida con su trabajo. No duda, tiene claros sus conceptos, el manejo del color. Es juiciosa, divide sus tiempos. Trabaja como docente y es coordinadora en Santander de la Fundación Cultural MAI Colombia.

Sin embargo, es su propio trabajo, sus torsos de mujeres desnudas en diferentes posiciones, aquella fuerza que llama a pintar. Asegura que cada cuadro es mejor, y en sus ojos grandes se puede adivinar una búsqueda constante.

 

El proceso de una artista

“Creo que como artistas nosotros desde el inicio tenemos claro qué vamos a hacer o a que vamos a proyectarnos como artistas. Simplemente nos dedicamos a dibujar, sentimos esa atracción, pero ya cuando nace ese gusto y esa pasión por el arte es cuando nos empezamos a proyectar como artistas”, asegura Pilar Gómez.

Pilar comenzó a pintar hace 26 años. Luego de que un trabajo de su Universidad –antes Itae, hoy Manuela Beltrán- la acercara a los niños habitantes de calle, la figura humana se convirtió en el tema central de aquellos primeros trabajos.

“Empecé a sentir atracción por la parte emotiva del ser humano”, explica Pilar.

El grafito sobre papel y la técnica revertida – dibujo blanco sobre fondo oscuro – ocupaban su lienzo, y se inspiró en los dibujos de Omar Gordillo para durante la época de estas primeras obras.  Su papá, que también pinta, buscaba también inspiración en el desnudo. Sin embargo, no se proyectaba aún como artista.

Años después, mientras cuida a su hijo en casa, Pilar Gómez siente, más poderoso que siempre, el deseo de pintar. Por entonces, con una gran mejoría en su técnica, Pilar pintaba para vivir. Durante 15 años trabajo en el diseño de ropa infantil, pero cuando la verdadera pasión llama, no hay fuerza que la detenga.

“Cuando uno hace algo por gusto propio, el resultado es mejor, lo haces con más corazón”, señala Pilar.

Foto: Fabián Hernández/Vanguardia Liberal

Foto: Fabián Hernández/Vanguardia Liberal

¿Por qué la figura femenina?

“Porque es el reflejo de mi esencia. Expreso sentimientos”, comenta Pilar.

Maneja los torsos. Es la emotividad y afectividad de la mujer. Lo sublime, lo maternal, lo sensual. Jamás ha habido confusión. Los torsos desnudos de mujer que pinta Pilar Gómez expresan una emoción sin erotismo. Hasta el momento, nadie le ha dicho que piensa otra cosa.

“Es una obra que te pone a pensar, más no es una obra que muestra”, señala Pilar.

Está convencida, no duda. Tiene claro lo que quiere decir.

“Si yo logro expresar sobre el lienzo mi esencia, el espectador capta lo que yo quiero mostrar”, indica.

No le pasa lo mismo con el torso masculino.

Pilar trabaja con música. Un ritmo que le suba la adrenalina. Entonces comienza la base. Muy diferente a algunos artistas que empiezan por los exteriores del lienzo y dejan la figura central para luego incursionar con el color. Pilar hace primero la base y luego hace la composición. De acuerdo con el proceso, va cambiando la tonada. Llega incluso hasta el reggaetón. No cualquiera, por supuesto, pero es el ritmo que la lleva hasta la cúspide de su creatividad. No le gusta el silencio. La conexión con la música es fundamental en su obra.

En video, Pilar nos muestra cómo es este proceso.

 

Pilar en el mundo del arte

“Me ha ido espectacular. Me he sentido súper bien. No significa que no deje una de encontrarse detractores. Lamentablemente, hay hombres artistas que cuando se ven opacados por el trabajo de una mujer se valen de críticas, comentarios, envidias y una cantidad de cosas con tal de aplastar a la mujer”, señala Pilar Gómez.

Ha sabido sortear la situación. Pilar hace parte de MAI Colombia, un movimiento internacional del artistas y, además, es coordinadora del capítulo para Santander de la fundación. La normas para escoger a un artista que quiere hacer parte de la organización son estrictas. No se escoge a un artista cuya obra no refleje su alma.

“Te puedes encontrar con un artista que tenga una muy buena obra, pero que por dentro está vacío. Ser un artista implica hacer un compendio entre la obra y el concepto. No siempre es así. Se dedican a hacer una obre técnicamente rica en color, pero el artista por dentro está vacío”, indica Pilar.

¿Y cómo ve Pilar Gómez a la mujer en el contexto artístico santandereano?

 

Los proyectos

A Pilar Gómez le alcanza el alma para ser gestora cultural. Señala que su premios deben servirle para abrir las puertas a los jóvenes. Le costó mucho abrirse camino cuando aún no era reconocida. Quiere allanarles un poco más la ruta a quienes comienzan.

El 16 de abril, en Buenos Aires y Roma, se realizará una exposición con la obra de Pilar y la de sus estudiantes de las Unidades Tecnológicas de Santander. Pilar será representante de los jóvenes en el proyecto Cuore Di Donna en Italia.

Su obra también participó del proyecto ‘Aunando artes’, de origen argentino, creado por la periodista y escritora María Cecilia Rodríguez. Pilar recibió la orden de embajadora artística entre Colombia y ese país y para este año se tiene pensado que escritores argentinos se inspiren en las obras de Pilar y la de sus estudiantes para proponer un texto literario.

A mitad de 2016, Pilar participará en un proyecto de la gestora cultural Gloria Mendiola, una barranquillera radicada en Roma, que busca inspirarse en la Colombia indígena y ancestral para realizar una obra pictórica.

 

 

 

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