Lo mejor que le pudo pasar a los colombianos con la nominación de la película El Abrazo de la Serpiente al premio Oscar 2016 en la categoría de Lengua extranjera (No inglesa) es que ese hecho obligó a muchos compatriotas a asistir por primera vez a una sala de cine a ver una cinta nacional en una fecha diferente al 25 de diciembre, con los beneficios que eso conlleva.
La gran mayoría que asiste a cine una vez al año para hacer algo divertido en época de vacaciones se encuentra con películas caracterizadas por temas que aparentemente identifican al colombiano promedio, en donde las groserías de los personajes generan risas y la cultura popular es caricaturizada.
Como sólo asisten a esa función este tipo de espectadores se van formando la idea que ese es el cine ideal pues no tienen un punto de comparación o referencias distinta a las mencionadas.
El boom mediático que generó la nominación al Oscar en la categoría de Lengua no inglesa del Abrazo de la Serpiente dirigida por Ciro Guerra, llevó a que las salas nacionales la re programaran en el 2016 y por pena, snobismo o por un real interés más de 30.000 espectadores asistieron a su reestreno entre el 14 y 17 de enero, una cifra que le sigue sumando a los 120.000 que la vieron cuando estuvo por primera vez en cartelera desde mayo de 2015, una cifra interesante si la comparamos con los 110.300 que en diciembre obtuvo ¿Ud no sabe quién soy yo? y los 50.000 que en el mismo mes fueron a ver, Uno al año no hace daño 2.
La ganancia para los nuevos espectadores es que presenciaron una historia cinematográfica diferente a las habituales; comenzando porque es en blanco y negro y porque buena parte de los diálogos son en lenguas nativas de las comunidades del Amazonas. Eso nos llevó a propios y extraños a vivir una experiencia innovadora.
Lo otro es que el ritmo de la narración tiene que ver con la trama y su entorno, es decir, hay momentos en los que el viaje se hace largo por las condiciones de la selva y por la forma en que los nativos conciben la vida, en la que el tiempo no se mide como lo hacemos los que vivimos en las ciudades pegados a un reloj.
En la mayoría de las películas colombianas que se estrenan el 25 de diciembre la estructura narrativa es lineal mientras que la del Abrazo de la Serpiente es paralela en el tiempo lo que para algunos puede generar confusión, como lo he escuchado.
No es que estemos calificando si un tipo de película es mejor que otra pues existen varios puntos de vista para hacerlo; por ejemplo, si es por la cantidad de dinero recaudado en relación con lo invertido, las que he llamado decembrinas superan sobrado a las que ganan premios por su calidad en forma y temática en festivales nacionales o internacionales, de por sí, la película dirigida por Ciro Guerra ya había sido galardonada en el Festival más importante del mundo: el de Cannes Francia y eso no sirvió para que creciera notoriamente la cantidad de asistentes.
A lo que me refiero es que gracias a la nominación al Oscar los asistentes no habituales de cine colombiano que fueron a ver la tercera película de Ciro podrán valorar y escoger con un criterio un poco más argumentado lo que van a ver a futuro.
Y eso se define si logramos reconocer una profunda investigación o un guión superficial, una compenetración interpretativa de los actores o una improvisación sin alma , una fotografía artística o una efectivista, una historia que te entusiasme y te deje con las imágenes pegadas a la cabeza o una que alcance sólo por el tiempo que duramos comiéndonos las crispetas.
Las tendencias en el cine colombiano son claras: vemos una corriente de películas cuya fotografía es preciosista, con dramas íntimos pero lentos en su ritmo que clasifican en Festivales y otras con temas ligeros, actores reconocidos por sus papeles en televisión, ágiles en su narrativa que atraen a cantidades importantes de espectadores a las salas.
Para formar un criterio sobre ellas es necesario leer críticas o comentarios de cine, asistir a museos, a exposiciones fotográficas, a obras de teatro, leer literatura y ver los dos tipos de cine que menciono. Si van a ir el 25 de diciembre con la mamá y la abuelita no pasa nada pero igualmente esté pendiente de las que fueron nominadas y escojan alguna de ellas, es probable que después de hacerlo se haga más claro distinguir entre lo vulgar y artísticamente limitado y lo poético en su estética, lo trascendental y lo emotivo.
¡Si nos divierte o si nos aburre también es importante! El cine en su esencia es entretenimiento sólo que si viene acompañado de elementos que te tocan los sentimientos y la razón estaremos ante una obra de arte que difícilmente olvidaremos después de salir de la sala, y si logramos entablar un diálogo con ella es probable que nos cambie algún aspecto de la vida.
Aunque los Oscar, premios de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas estadounidenses, no son un Festival si son la ceremonia de mayor audiencia internacional y si la nominación de una película colombiana allí sirve para la formación de nuestro público, bienvenidos sean el 28 de febrero, los seguiremos sin falta.
Nota: A la fecha (08-02-2016) 334.567 espectadores Información actualizada por la productora de la película Ciudad Lunar, con el apoyo de Caracol TV y Dago García Producciones