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La creencia en las teorías de la conspiración se ha relacionado con varios factores, entre ellos el bajo nivel de pensamiento crítico, la necesidad de sentirse especial e incluso el anhelo de emociones.
¿Cómo influye la ideología política?
Algunos estudios sugieren que existe una asociación directa, en la que las personas con opiniones de extrema derecha son más propensas a las teorías conspirativas. Pero otros trabajos han encontrado una relación en forma de «U», en la que el pensamiento conspiranoico es más común entre las personas de los extremos de la derecha y de la izquierda, en comparación con las de opiniones más moderadas.
La creencia en conspiraciones atraviesa las clases sociales, el género y la edad. Los autores de un nuevo estudio, publicado en Nature Human Behaviour, señalan que este último hallazgo suele provenir de investigaciones realizadas en un pequeño grupo de países relativamente prósperos. Pero ahora, al analizar los datos de más de 100.000 personas de 26 países, el equipo encuentra nuevas pruebas de que las teorías de la conspiración son más comunes tanto en la extrema izquierda como en la derecha, y ofrece algunas sugerencias de por qué es así.
¿Por qué la gente de los extremos del espectro político es más propensa a respaldar las teorías de la conspiración?
Una posibilidad es que estas personas no vean sus opiniones políticas reflejadas en el gobierno -al fin y al cabo, los grupos políticos extremos no llegan al gobierno con tanta frecuencia como los partidos más moderados- y recurran a las teorías conspirativas para tratar de dar sentido a esta aparente falta de control político.
Una explicación alternativa es que la extrema izquierda y la derecha comparten algunos puntos de vista que también están relacionados con el conspiracionismo. Estas personas suelen demonizar al grupo externo, por ejemplo, y suscriben opiniones autoritarias, temas que también aparecen en las creencias conspirativas. De hecho, el equipo encontró pruebas de que los partidarios de los partidos de extrema izquierda sólo eran propensos a las creencias conspirativas cuando esos partidos eran nacionalistas y autoritarios, y no cuando eran socialmente liberales.
En general, los resultados sugieren que las personas son más propensas a respaldar las teorías conspirativas si no se ven representadas en el gobierno, pero también que la suscripción a una ideología política extrema también tiene un efecto más allá de la falta de representación. Sin embargo, hay algunas limitaciones.
Nos resulta más fácil aceptar una teoría de la conspiración en la que alguien maneja los hilos porque la realidad… la realidad es mucho más caótica y azarosa, y es muy difícil asumir algo así.