En un mundo donde la productividad excesiva, la presión social y profesional se volvieron un virus más peligroso que la COVID-19, recargarse y desconectarse con estos dos rituales es clave para seguir adelante.
Ago 18
En un mundo donde la productividad excesiva, la presión social y profesional se volvieron un virus más peligroso que la COVID-19, recargarse y desconectarse con estos dos rituales es clave para seguir adelante.