Que buen plan tomar el sol, un poco de agua de la piscina, amigos, ropa ligera y….usar vestido de baño. Este último para más de una se ha vuelto uno de los mayores temores o circunstancias que prefieren evitar, pues es el momento de mostrar tu seguridad al mostrar más de 5 centímetros de piel. Recuerda la palabra ‘vestido de baño’ y ‘seguridad’ no son mutuamente exclusivas. Lo importante es planear correctamente la compra del vestido de baño, entendiéndose por planear un proceso que incluye:
Antes de salir de casa, fíjate en la ropa que ya tienes que podría servir de salida de baño, y toma nota de los colores para asegurarte que el vestido de baño que vas a comprar, puedas usarlo y combinarlo fuera de la piscina con prendas que ya posees. Fíjate que te sientas cómoda con esos colores, pues eso te ayudará en la construcción de la confianza. Si el vestido de baño que escogiste es de un solo color solido, asegúrate que la salida de baño tenga algún estampado o patrón para agregarle un poco de flexibilidad y que se complementen.
Entendimiento del cuerpo; todos tenemos una parte de nuestro cuerpo que nos gusta y otra que preferimos ocultar, el truco está en encontrar un vestido de baño que resalte la parte del cuerpo que nos hace felices y camuflar la parte que nos genera tantos temores frente al espejo.
Si la parte del cuerpo que se quiere acentuar está fuera del rango del vestido de baño, busca un accesorio que resalte la atención en esa zona del cuerpo. Por ejemplo; si tu parte del cuerpo favorita es la cara, resalta la cara antes que el vestido de baño, por medio de unas gafas llamativas y unos aretes que llamen la atención. Si por el contrario tu mejor atributo son las piernas, puedes usar unas sandalias con detalles que lleven la atención a las piernas, evitando los ojos en el resto del cuerpo.
Por último, pero no menos importante, la toalla, asegúrate de tener una toalla solo para estos casos (piscina o playa) pues no querrás acordarte de tus vacaciones un mes después de haber llegado por la arena en la toalla o el olor del cloro.
Por favor, no permitas que tus miedos y fobias te detengan y hagan que te pierdas esos planes de piscina y playa que tanto relajan, recuerda, ¡tomar un poco de sol nunca está mal!
Mena Gonzalez
Consultora de Imagen y Marca Personal
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