A comienzos de este mes, la revista Semana recordó los 80 años de la quema de libros que lideraron Hitler y su ministro de propaganda Goebbels, un 10 de mayo de 1933, en la que intentaron, según su obtusa visión, evitar que el alma del pueblo alemán se manchara con obras de destacados pensadores como, el psicoanalísta Sigmun Freud, el economista Carl Marx, el escritor de ciencia ficción HG Wells, el escritor y naturalista Emile Zolá, entre otros. La historia enalteció con el tiempo a los escritores y condenó por ignorante al violento nacionalsocialismo.
Para vergüenza de los santandereanos la nota también incluyó un hecho similar sucedido hace 35 años en Bucaramanga, organizado, según el semanario, por el actual Procurador General de la Nación Alejandro Ordóñez Maldonado.
Aunque había escuchado esa historia, en la que un grupo religioso de la ciudad había quemado libros públicos por considerarlos ofensivos con la virgen María, me parecía algo increíble, uno mito urbano más, pero la foto comparativa que acompañó el artículo es bastante diciente.
A la izq, quema de libros en Bga, a la der. quema de libros en la Alemania Nazi
Fue difícil soportar la molestia que me produjo ésta efemérides hasta que recordé una película de Francois Truffaut llamada Farenheit 451, de 1966, basada en un texto futurista de Ray Bradbury muy parecida a la que estos ´incendiarios´ hicieron.
Lo primero es que la trama se sitúa en un futuro lejano para la época en que se escribió, 1953, pero perfectamente podría ser el año 2013.
La sociedad de Farenheit 451 tiene como forma principal de conocimiento y casi única lo audiovisual, hay televisores por todos lados hasta en los lugares más íntimos. No hay textos escritos sino dibujados o con fotografías y lo más ´bizarro´ de esa sociedad que imaginó Bradbury y que representó Truffaut en la película es que ¡los bomberos eran los encargados de incendiar cualquier libro que encontraran!, pues era ilegal poseerlos.
Cuando la vi me pareció fantástica por la imaginación de Bradbury pero ahora me aterra descubrir que en muchos sentidos se está haciendo realidad el planteamiento pues además del desprecio por la lectura en la sociedad actual veo que aparentemente el encargado de defender los intereses de los ciudadanos en Colombia, es decir el Procurador general de la Nación Alejandro Ordóñez, actuó como el Capitán de esos bomberos represivos cuando cometió, según el artículo, el salvaje acto de quemar libros de la biblioteca pública, un atentado contra uno de los valores más grandes que tenemos los ciudadanos como lo es el pensamiento conservado en papel.
El caso de Guy Montag, el bombero protagonista de la película interpretado por Oskar Werner es particular pues aunque siempre fue muy disciplinado en su labor, empieza a dudar que esa ley sea valedera después de conocer a la joven profesora Clarisse, quien le dice en voz baja que ´en una época olvidada los bomberos se encargaban de apagar el fuego no de crearlo y que los libros eran la base del entendimiento humano´.
Montag desconfía de la ´subversiva´ y bonita mujer pero es flexible pues obviamente le gusta.
En un allanamiento, el bombero llega con su escuadrón a una casa donde se descubrió una ´temible´ biblioteca y en un momento que se queda sólo guarda para si uno de los libros. Por curiosidad lo lee y su vida cambia aunque le espera la retaliación de sus antiguos compañeros y del implacable capitán del cuerpo bomberil.
¿Por qué eran proscritos los libros en la película? para los líderes controladores , estos impedían que los ciudadanos fueran felices, les creaban angustias a quienes los leían, los hacían cuestionar su entorno y los distraían de sus labores cotidianas.
Esto me lleva a otra pregunta, ¿Cuáles fueron los libros que, supuestamente, quemó el actual Procurador de la nación? al parecer, unos que consideraba pornográficos, otros lesivos para los jóvenes, entre ellos algunos de García Márquez, Víctor Hugo, Carl Marx, Descartes, Marcel Proust, José María Vargas-Villa, Thomas Mann, biblias protestantes y algunas revistas de educación sexual. Algunos, curiosamente, también destruidos en la Berlín Nazi.
El señor que quema libros para beneficio de los jóvenes, tiene tan buena aceptación en sectores ultra conservadores que es probable su postulación a la presidencia de Colombia. Me acordé de un dato, los libros que quemaron los Nacional socialistas al llegar al poder en Alemania se calcula en cuarenta mil 40.000 entre, novelas, política, pensadores, historia y religión, algunas colecciones irrecuperables.
Ray Bradbury fue destacado por sus escritos de suspenso y ficción entre los que se encuentran Crónicas Marcianas. Francois Trufaut por ser impulsor de la Nueva Ola cinematográfica francesa, primero como escritor en la revista especializada Cahier du Cinemá y luego como director de películas tan destacadas como, Los 400 golpes, ganadora del Festival de Cannes 1959, La noche americana 1973, El hombre que amaba a las mujeres 1977, una de mis favoritas, y Farenheit 451 de 1966 cuya virtud es que se hace más vigente con el pasar de los años y el actuar incongruente de algunos personajes de la vida pública nacional.
1 comentario
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