RAMÍREZ VILLAMIZAR EN TOTEM

Foto tomada de: https://www.vanguardia.com/entretenimiento/cultura/un-homenaje-a-la-obra-del-maestro-eduardo-ramirez-villamizar-HA637911

Ramírez Villamizar consideraba que su obra regresaría a la tierra que la había germinado: “No fue fácil asimilar el hecho cierto de que mis esculturas morirían paulatinamente. Pero el hierro mismo emerge íntegro y puro de la tierra y a ella regresa vuelto polvo y limadura… tengo, pues, la hermosa convicción de que mis esculturas después de toda una vida irradiando belleza terminarán por morir, confundiéndose con el escultor que las concibió y alentó, con los substratos de la tierra”, diría.

Hasta el próximo 23 de marzo, los bumangueses podrán disfrutar en la Galería Totem, allí en el Paso España, la Carrera 26 con 32, en el corazón de la ciudad, de una exposición con 16 obras del maestro Eduardo Ramírez Villamizar, uno de los mejores y más importantes artistas plásticos de Colombia.

Si bien su retrospectiva incluye figuración, abstractismo y esos enormes seres metálicos que se alzan en latitudes como Washington, Nueva York o Bogotá, de esa esencia que se percibe al observar sus obras, podemos agradecer el esfuerzo a la Corporación Artística Totem , a su galería, por la valiosa oportunidad, ya que estamos ante uno de los artistas plásticos más representativos del mundo.

Eduardo Ramírez, tuvo unos puntos importantes en su desarrollo pictórico, vivió una época difícil del país toda vez que en los años sesenta y ochenta, cuando su obra cobra la mayor vigencia, el arte nacional tomaba unas posturas europeas de arte moderno ajena a la nación y fueron Negret y el maestro Villamizar quienes trabajaron fuertemente sobre la voz de sus ancestros, la historia. Nelly Peñaranda, directora de la revista Arcadia, señaló alguna vez sobre Ramírez Villamizar que «hay una tendencia, a veces,  a pensar que el artista abstracto es fácil porque es abstracto, pero hay que recocer que para ser un artista abstracto hay que ser muy buen artista figurativo y cuando ve la maestría con que Ramírez Villamizar desarrollaba sus dibujos, es impresionante».

Entonces hay que dejarse seducir, y mientras van a Pamplona al Museo Ramírez Villamizar, pueden darse una pasada por Totem y contemplar el respirar delicado de sus obras tendidas, otras elevadas, descansando como animales metálicos en las esquinas de una sala.

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