Samsung versus Apple: la batalla de las patentes

Demanda de Apple: gráfico en donde se supuestamente se muestra el cambio y parecido de los celulares de Samsung después del lanzamiento del iPhone.

Demanda de Apple

Se inició esta semana en San José, California el llamado “juicio del siglo” entre las dos más grandes potencias de la industria de los teléfonos inteligentes: Apple y Samsung.

El problema empezó en noviembre pasado cuando Apple acusó al fabricante coreano de haber copiado “deliberadamente” el diseño y la presentación del iPhone y el iPad al fabricar su línea de celulares Galaxy y de la tableta Galaxy Tab.

Para asentar su argumento, Apple presentó gráficos de la evolución de los celulares y las tabletas de Samsung antes y después de la presentación en sociedad del iPhone y el iPad, respectivamente. Estas fotos acompañan al artículo.

Pero Samsung no sólo negó todo sino que a su vez demandó a Apple señalando que la compañía americana había utilizado de manera ilegal tecnologías de transmisión celular que ellos habían patentado.

El resultado del juicio puede tener efectos importantes para las dos partes, para la industria y de paso, para nosotros los usuarios.

En primera instancia, si la juez le da la razón a Apple, Samsung tendría que pagarle unos 2.525 millones de dólares que Apple reclama en compensación. Además se suspenderían las ventas de la exitosa línea Galaxy en Estados Unidos.

Si por el contrario gana Samsung, Apple tendría que pagarle una regalía del 2,4% del precio de venta de cada iPhone; considerando que ya se han vendido más de 240 millones de estos celulares y que ese porcentaje equivaldría a unos 14 dólares por celular, significa que Apple tendría que pagarle a Samsung unos 3.360 millones de dólares, una cifra incluso mayor que la que Apple demanda a su favor.

Sin contar claro con los gastos legales: se dice que el equipo de abogados de Apple tiene una tarifa de cerca de 600 dólares por hora, y los de Samsung unos 820. Lo que con seguridad traerá una cuenta final de millones de dólares en gastos legales para ambas compañías.

Gráfico de Apple en donde sugieren la copia del iPad por parte de Samsung en el diseño de sus tabletas. (Tomada de la demanda)

Apple contra las tabletas de Samsung

Pero también está en juego la industria y su sistema de patentes. Las reglas que definen que algo se puede patentar y defender no son, a veces, muy claras, y esto hace que se generen largas y costosas demandas muy frecuentemente.

Nosotros, los usuarios también nos podremos ver afectados: si Apple gana y extiende su litigio, se podría prohibir la venta de celulares y tabletas no solo de Samsung, sino de marcas que produzcan dispositivos similares, limitando la competividad. O si gana Samsung, esas regalías que Apple debe pagar se le pasarían al usuario, lo que, en ambos casos, resultaría en teléfonos inteligentes aún más costosos.

Esta batalla legal llega además en un momento clave: gracias en buena parte al exitoso Galaxy S III, Samsung dobló a Apple en las ventas de teléfonos inteligentes en el mundo en el último trimestre: 50 millones contra 26 de Apple, que ha visto su dominio desvanecerse ante la “vejez” prematura del iPhone 4S y la demora en presentar a su sucesor: el iPhone 5.

Es por eso algunos piensan que Apple, con este juicio, intenta detener de alguna manera el avance de la línea Galaxy mientras acaba de desarrollar el nuevo celular que, se rumora, podría presentarse al ansioso mercado la primera semana de septiembre.

Un juicio interesante y definitivo, que en un par de meses presentará una sentencia histórica para una industria que necesita aclarar definitivamente qué es innovación y que es copia, para no caer en este costoso juego de demandas y contrademandas; nuestro deseo es que predomine la innovación sin caer en protecciones intelectuales exageradas.

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